Fidel Minda ganó uno de los fondos que otorga el Programa de Fomento de las Músicas Iberoamericanas Ibermúsicas. Foto: cortesía.
Desde hace dos años, el ecuatoriano Fidel Minda está dedicado a Pitekus, un proyecto sonoro en el que explora la riqueza de la música tradicional del país, a través del mestizaje con sonidos de otras latitudes y con los que se pueden generar por medio de la tecnología.
Minda cuenta que Pitekus tiene dos etapas. Una de ellas es en la que se presenta como solista tocando reinterpretaciones de temas del cancionero afroesmeraldeño, choteño y de varias comunidades indígenas de la provincia de Imbabura, en el norte del país.
En estas creaciones utiliza recursos sonoros como el beat box, producción de ritmos, compases y sonidos musicales generados con la boca y la percusión corporal (‘body music’), que son grabados por la ‘loop station’, una máquina que le permite capturar sonidos en tiempo real.
Dentro de su repertorio están temas como Agua larga, un bambuco en el que imita sonidos de la selva, como el croar de las ranas, el canto de las aves y la caída de la lluvia sobre la tierra, sonidos que reproduce en vivo.
En la otra etapa del proyecto, Minda se une al pianista Daniel Pacheco y el bajista Matías Alvear para interpretar canciones que están atravesadas por la influencia del jazz y el reggae, géneros musicales que exploró durante los seis años que vivió en Europa. “Algunas composiciones -dice- nacieron de mi recital de fin de carrera’’.
Con este proyecto sonoro Minda ganó uno de los fondos de movilidad del Programa de Fomento de las Músicas Iberoamericanas Ibermúsicas.
Si el cronograma no cambia por la emergencia sanitaria que atraviesa el mundo a causa del covid-19, Pitekus se presentará a finales de año, en Ciudad de México, Morelia y Oaxaca. En la capital mexicana ofrecerá varios recitales en la UNAM. En esta universidad, la más grande del país, también dará clases de la música tradicional del Ecuador, a través del ‘body music’.
Minda cuenta que Pitekus también es el nombre del personaje que interpreta cada vez que sube al escenario. “Es una especie de aborigen que vive en la actualidad y que no se acuerda de dónde viene, pero que por medio de la música que va creando comienza a recuperar su identidad y recordando sus raíces”.