Estas imágenes del 17 de agosto corresponden al monitoreo satelital que realiza la Armada sobre la presencia de la flota pesquera de China frente a Galápagos. Foto: cortesía de la Armada Nacional
Un rompecabezas divide los océanos del mundo en sectores pesqueros. Es la clasificación que hace la FAO para identificar las principales zonas de pesca en el mundo.
Son 19 en total. Y el área 61 es la principal fuente de China, en el Pacífico noroccidental.
Con un promedio de 22 millones de toneladas de pesca marina por año, este es el sector más productivo del planeta, aunque el más depredado. El 24% de sus poblaciones de peces está sobreexplotado, según un reporte del organismo.
Ese impacto ha movilizado a la flota china a lanzar sus redes en aguas internacionales, donde no hay reglas claras. Y por su cercanía, el lado latinoamericano del Pacífico les es atractivo. Es aquí donde despliegan parte de sus naves, que por toda Asia concentran el 80% de buques pesqueros del mundo.
“Las pesquerías asiáticas son depredadoras. Ellos buscan en nuestros mares especies que, en su momento, ya depredaron en sus mares”, dice Lucía Fernández, exsubsecretaria de Pesca.
El atún en las costas de Chile, los tiburones en Colombia y Ecuador; y la totoaba o vaquita marina en México son algunos de los recursos que buscan, según un reporte del año pasado de la BBC de Londres. Este medio también menciona problemas de pesca en Perú, Corea del Sur y Vietnam.
Recientemente, México y el Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente se unieron en una campaña para proteger de la pesca ilegal a la vaquita. Es una especie en peligro, que es capturada por la demanda de su vejiga natatoria, principalmente en China.
Otros países de la región han tomado medidas más drásticas. En marzo del 2016, la Prefectura Naval de Argentina hundió un pesquero chino que ingresó en su Zona Económica Exclusiva, frente a la provincia de Chubut, en el Atlántico.
Antes de los disparos habían enviado varias señales, pero no se detuvieron. El capitán intentó huir y la tripulación se lanzó al mar. La nave pescaba calamares en forma ilegal.
En Uruguay, también se encendieron las alertas entre grupos ambientalistas ante el establecimiento de bases pesqueras chinas frente a Rocha y Montevideo. Greenpeace también habla de la pesca china ilegal en países africanos como Mauritania y Senegal.
El calamar gigante, calamar illex y langostinos son algunas de las especies más buscadas por barcos chinos. Esta es la época ideal para encontrarlo en el Pacífico sur, justo en el corredor de aguas internacionales que se extiende entre las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de Ecuador continental y las Islas Galápagos.
Ahí permanece desde hace un mes una flota china de 300 barcos, algunos de tipo factoría. “Con esa cantidad pueden pescar en tres meses lo que Ecuador puede en un año”, dice Fernández, quien explica que solo la flota industrial nacional alcanza 200 barcos.
El control de la Armada se mantiene por su cercanía al borde de la ZEE y porque hace 10 días detuvo un carguero chino en la Reserva Marina.
En su bodega hallaron tiburones en peligro de extensión, como rabón, martillo y probablemente el mico, según un análisis del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
El barco pasó a manos de Inmobiliar, a través de una providencia de la Unidad Judicial Multicompetente de San Cristóbal. Andrey Pérez Rosales, subdirector de Bienes Incautados, explicó que será usado por la Armada para resguardo en el archipiélago. Si se pierde el juicio será devuelto. Mañana será la segunda audiencia contra los 20 tripulantes.
Hasta ayer, 23 de agosto del 2017, el monitoreo satelital identificó 239 naves fuera de la ZEE. En la tarde, dos aviones de exploración salieron a inspeccionarlas.
El contraalmirante Darwin Jarrín, comandante de Operaciones Navales, explicó a inicios de semana que planifican reforzar los controles con mayor permanencia en el ZEE, con unidades como submarinos y buques que pueden estar en el área por 10 o 15 días.
Las lanchas guardacostas que emplean ahora tardan 15 horas en trasladarse de la isla San Cristóbal al borde de las 200 millas insulares. Para vigilar la actividad china, estas naves pueden permanecer en el sitio entre tres y cuatro días.
El espacio marítimo de Ecuador es de 1,3 millones de km2, cinco veces más que el territorial. Por esa extensión, Jarrín explica que hasta cierto punto resulta complejo tener una vigilancia global y permanente. “Si queremos hacer un control permanente los medios serían incuantificables. Por eso nos estamos valiendo de la tecnología satelital”.
Hugo Arnal, director de la WWF en Ecuador, explica que la flota china invade en algunas ocasiones el mar territorial de Argentina y Chile. También, están frente a Costa Rica. “Hay una enorme flota industrial pesquera, en la que se incluye China, que simplemente está acabando con las poblaciones de peces”.
La presencia china frente a Galápagos es rechazada. Para las 17:00 de hoy está prevista una protesta simultánea en San Cristóbal, Puerto Baquerizo y Quito en contra de la pesca ilegal. Participan fundaciones y asociaciones civiles.