En California, 30 454 000 personas viven actualmente en zonas donde se registra cierto grado de sequía. Foto: pixabay / https://www.drought.gov/
El agua está presente en todas las actividades de los humanos. Para preparar una taza de café se necesitan 140 litros del líquido vital, mientras que para producir un kilo de carne de res se emplean más de 10 000.
Aunque se cree que este recurso es inagotable, la situación de lugares como Ciudad del Cabo, donde en 2018 estuvieron a punto de cortar el suministro por la crisis, han demostrado lo contrario. Su desperdicio, sumado al aumento de las sequías, ha llevado a la escasez del recurso.
¿Cómo se supone que se valore un recurso invaluable? Esta es la pregunta que planteaba a inicios del 2020 una producción de Netflix y Vox Media Studios sobre la escasez del agua en el mundo. La respuesta a este cuestionamiento al parecer llegó esta semana, cuando se anunció que el recurso ingresó por primera vez en su historia a la bolsa de Wall Street. Muchos comparan su situación con el petróleo, pero la diferencia está en que sin agua no puede haber vida en el planeta.
Al abrir el grifo o al ver los ríos y mares, las personas piensan que este recurso es inagotable. Diana Ulloa, miembro de la Red Agua Ecuador, dice que solo el 0,007% del agua del planeta es aprovechable para las actividades humanas. Al hablar de escasez, se hace una comparación entre el líquido vital disponible y la demanda.
Por ejemplo, el 60% de la población mundial vive en Asia, pero en ese continente solo se encuentra el 33% del agua disponible en el mundo. En Ecuador, el 88% de sus habitantes se ubica en la vertiente del Pacífico, pero en esta unidad solo está el 31% de los recursos hídricos del país. Mientras la demanda va aumentando, la oferta disminuye, dice Ulloa, por lo que el reciente anuncio de incorporar al agua en la bolsa era “algo que se veía venir”.
El Índice Nasdaq Veles California Water Index es el indicador de precios del agua en California, que esta semana cotizó USD 486,53 por acre-pie, lo que equivale a 1 233 metros cúbicos.
María Amparo Albán, consultora ambiental, explica que ya ha habido varios intentos de lograr un acuerdo que permita asignar un valor al agua, sobre todo en Estados Unidos, por la experiencia de California con las sequías y el estrés hídrico que ha sufrido. En el 2015 se anunció por primera vez las restricciones de agua para los residentes de ese Estado.
Para Albán, usar el mercado bursátil, específicamente el de futuros, puede ayudar a que el recurso tenga un valor más acorde con su costo de reposición y se genere inversión en manejo de cuencas. Por otro lado, lo que preocupa es que se convierta en un mecanismo de compra y venta que afecte el derecho humano al agua.
Actualmente, 166 millones de personas no acceden a agua segura en América Latina. Si de por sí ya les falta el servicio, dice Ulloa, que la escasez sea tratada mediante un mercado del agua puede intensificar las inequidades sociales.
Linda Méndez, investigadora de la Universidad de California Davis y miembro de la Red de Agua Ecuador, explica que el mercado del líquido vital en California funciona desde los años 80. Lo novedoso es que ahora está en un mercado formal en Wall Street, donde participan agricultores o personas que estaban involucradas desde antes en la dinámica.
La ventaja de hacerlo de esta forma, explica, es que tiene un precio predeterminado. La idea es que si se compra con anticipación a un valor fijo, los agricultores pueden planificar a largo plazo y evitar la volatilidad del mercado, que ya experimentaron en años anteriores con las fuertes sequías. Para Méndez, esta es una solución de doble filo, porque abre las puertas para que se involucren especuladores externos.