¿Qué cantaba el Grupo Fugitivo y por qué su música tocó tantos corazones?
El Grupo Fugitivo, una joven agrupación musical originaria de Reynosa, Tamaulipas, estaba en pleno ascenso dentro de la escena regional mexicana cuando una tragedia conmocionó a sus seguidores y al país entero.
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Integrantes del grupo Fugitivo estaban desaparecidos
El pasado 25 de mayo, los integrantes del grupo Fugitivo fueron reportados como desaparecidos. Ellos se dirigían a una fiesta privada en la ciudad de Reynosa.
Días después, las autoridades confirmaron el hallazgo de sus cuerpos, lo que generó una ola de indignación y tristeza entre familiares, amigos y fanáticos.
¿Qué cantaba el Grupo Fugitivo y por qué su música tocó tantos corazones?
El Grupo Fugitivo, nacido en Reynosa, Tamaulipas, irrumpió en la escena del regional mexicano en 2023 con una propuesta fresca, emotiva y profundamente conectada con sus raíces.
Desde el primer acorde, la agrupación encontró el equilibrio entre la tradición norteña y la sensibilidad de los nuevos públicos. Se consolidó como una de las revelaciones más queridas del género.
Su estilo mezclaba norteño romántico, cumbia, balada grupera y corridos ligeros. Esta fórmula musical no solo los diferenciaba, sino que los hacía aptos para todo tipo de celebraciones.
Participaron en bailes populares, fiestas patronales y hasta en reuniones familiares. La esencia de su repertorio giraba en torno al amor, el desamor y las historias cotidianas, siempre acompañadas de un acordeón vibrante, bajo sexto, batería firme y armonías vocales.
Grupo Fugitivo y sus canciones más populares
Entre sus temas más recordados está Corazón partido, una pieza de desamor que logró superar los cinco millones de reproducciones en plataformas digitales.
La balada Te Amo también se volvió infaltable, especialmente en serenatas o momentos íntimos, mientras que Mi mayor anhelo tocó fibras sensibles entre jóvenes adultos.
Además de su catálogo original, el Grupo Fugitivo rendía tributo a los grandes del regional mexicano con covers que despertaban la nostalgia y conectaban generaciones.
Versiones de temas como El dueño del Palenque, de Los Alegres del Barranco, y Cruzando el puente, de Los Cadetes de Linares, eran parte habitual de su repertorio en vivo.
Cada concierto, que podía extenderse hasta por dos horas, cerraba con la contagiosa Rosones, tema que levantaba los ánimos y dejaba a todos con ganas de más.
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