Juan Carlos Pacheco se presentará el 27 de febrero en la Casa de la Música en Quito. Foto: Cortesía Juan Carlos Pacheco
El miércoles 27 de febrero, a las 20:00, el pianista ecuatoriano Juan Carlos Pacheco presentará un concierto en solitario, en la Casa de la Música (Nuño de Valderrama y Mariana de Jesús).
El programa, que durará cerca de dos horas, incluirá música contemporánea, con obras de Claude Debussy, Frédéric Chopin, Astor Piazzolla, Carlos Amable Ortiz y Freddy Mercury.
El pianista quiteño también interpretará temas tradicionales ecuatorianos, como los pasillos ‘La vasija de barro’ y ‘Reír llorando’. Este último es “un pasillo muy virtuoso para el piano” y es su tema favorito. “Me ha abierto muchas puertas”, dice, principalmente en China.
Pacheco ha sido invitado en cuatro ocasiones al gigante asiático. La primera vez fue en el 2014, cuando participó en una gala artística del Instituto Confucio. Representantes de 130 países fueron parte de este evento. Junto al ocarinista ecuatoriano Alonso Quijano tocó en la Universidad de Beijing y en la Muralla China, entre otros lugares.
Después de esta experiencia, aplicaron a una beca que buscaba músicos que traduzcan piezas tradicionales chinas al sistema de partituras clásico. Pacheco explica que la música tradicional china está escrita en un sistema que usa números y símbolos, a diferencia de las partituras clásicas, que usan pentagramas y notas. Los artistas ecuatorianos ganaron la beca e iniciaron la investigación, que les tomó seis meses durante el 2016.
Juan Carlos Pacheco, en el escenario de CCTV, la televisora más grande y con más audiencia de China. Foto: Cortesía Juan Carlos Pacheco
El objetivo de esta beca es conservar la música tradicional china y darla a conocer en otras latitudes. El resultado de la investigación es un libro y un disco, llamado ‘Nubes Plateadas’. El CD estará a la venta el día del concierto, en la Casa de la Música.
Durante la investigación también conoció que la música china está enfocada en la melodía, mientras que la música en Occidente está dominada por el ritmo. “El movimiento es pausado, lento, como en el tai chi. También hay música rápida, fuerte, rítmica, pero no es lo principal, prefirieren lo melódico. En lo tradicional no se habla de géneros”, indica.
A pesar de las diferencias y las distancias, también encontró similitudes. Por ejemplo, cuenta que hizo los arreglos de una canción tradicional que estaba escrita en pentafonía, el mismo sistema que se usaba en la etapa prehispánica en Ecuador.
“Hay cierto tipo de música que se parece a nuestra música folklórica. Cuando toqué la Vasija de barro, pensaban que era una canción China, me preguntaron cómo se llamaba, porque no la habían escuchado, y después les dije que no era de aquí (China)”, dice como otro ejemplo de los puentes que encontró entre ambos países.
Estas semejanzas hicieron fácil fusionar ciertas canciones latinoamericanas con las melodías chinas. Carrera de caballos, un tema tradicional chino, fue fusionado con un pasacalle ecuatoriano. Otras canciones típicas de ese país fueron mezcladas con la armonía de La vasija de barro, con bosa nova, boleros, entre otros.
Después de entregar el libro y el CD, regresó a Ecuador, pero enseguida recibió una nueva invitación. Esta vez era para hacer un arreglo con bosa nova, para presentarlo en un festival realizado por la televisora CCTV, la más grande de China.
“Me llamaron unos meses después porque les encantó mi trabajo y en esta ocasión querían que vaya por primera vez representando a Latinoamérica en el Festival Internacional de Piano, en Xiamen, al sur de China”, cuenta sobre la cuarta vez que visitó el país asiático.
El Festival se realiza en la isla Gulangyu, que es conocida como la ‘Ciudad del piano’, pues dicen que en los 2 km de superficie que tiene hay más de 4 000 pianos. Allí, en el 2018, Pacheco dio un concierto de música latinoamericana. Tocó el bolero cubano Cómo fue; la composición Caribe, del pianista dominicano Michel Camilo; la rapsodia ‘Adiós Benigno’, del argentino Astor Piazzolla; entre otros. El pasillo y el albazo no se quedaron afuera.
Las fusiones de música tradicional china y música latinoamericana, que asimismo fueron parte del repertorio, sorprendieron al público. Esto le aseguró la invitación a la siguiente edición de este festival, que se realizará en el 2020.
El miércoles en la Casa de la Música de Quito, el pianista hará un recorrido por estas experiencias; mostrará lo tradicional de China, lo típico de Latinoamérica y los puentes que existen entre ambas culturas. Las entradas tienen un precio de USD 10.