Los estudiantes de escuelas y colegios visitan regularmente el museo para tomar apuntes históricos. Foto: Marcel Bonilla / El Comercio.
Una marimba colocada en el ático del Museo de la Casa de la Cultura de Esmeraldas es parte de los instrumentos ancestrales del pueblo afroesmeraldeño, que se muestran a los estudiantes que visitan continuamente el sitio.
En el área también se exponen otros instrumentos, como el cununo, bombo, maracas y guasá, los cuales complementan el espacio destinado a mostrar la cultura armoniosa de la ‘Provincia Verde’.
El denominado Museo Arqueológico Escolar de la Casa de la Cultura ha permitido el acercamiento con los estudiantes, para enseñar sobre los primeros habitantes que llegaron a Esmeraldas y la diversidad cultural.
La propuesta es lograr que los estudiantes se empoderen de la cultura a través del conocimiento de los primeros habitantes de Esmeraldas y cómo sus antepasados conservaron la música ancestral, el canto y sus personajes que han enriquecido la mitología afroesmeraldeña, explica Gina Pacheco, responsable del Museo de la Casa de la Cultura.
Diariamente existe un promedio de 40 visitas al museo para consultar sobre cómo llegaron los primeros negros a Esmeraldas y cómo han logrado convivir con el pueblo Chachi, con quienes comparten territorio en el norte de la provincia.
Al interior del museo, un guía se encarga de explicar cómo funcionan los instrumentos de percusión usados por los afros y chachis, para la celebración de sus fiestas, ambos, a la hora de celebrar, con características distintas.
Los chachis utilizan la marimba en sus celebraciones. Uno de los guías explica que en la comunidades este instrumento cuelga de los puntales en los centros ceremoniales como en las fiestas de Navidad y Semana Santa.
A diferencia de los aborígenes que prefieren colgar sus marimbas, los afros construyen muebles sobre los cuales descansa el instrumento y procuran hacerlos con madera que tenga buena sonoridad, para que repiqueteen mejor la chonta y el pambil, utilizados como teclas del instrumento.
Desde el ático también se observa una réplica de las casas tradicionales del pueblo Chachi, caracterizadas por su altura, de un solo ambiente y construcción de caña guadúa.
El presidente de la Casa de la Cultura de Esmeraldas, Yurqui Minota, señala que se trata de explicar a los estudiantes la utilización de materiales como la caña en la construcción de las casas y en la elaboración de artesanías.
El conocimiento de ambas culturas se complementa con una explicación de la cultura La Tolita, asentada en la zona norte de la provincia de Esmeraldas.