La mañana de este 8 de marzo fue especial para Alexandra. Mientras esperaba el bus que la llevaría a su trabajo, y acompañada de su novio, un niño se acercó a venderle una rosa a su novio.
“Jefe, es solo un dólar y es para su mujer en este día tan especial”. Luego de casi seis años de cirugías y terapias, las palabras de este niño confirmaban que su cuerpo luce como el de una chica transgénero.
El Día Internacional de la Mujer no lo celebran exclusivamente quienes han nacido biológicamente como tal. Para Alexandra es la oportunidad para que el mundo la reconozca como una mujer trans.
Y como tal, para ella lo importante es que en fechas como estas -y a largo del año- se hable de la inclusión de la mujer en la vida profesional dentro de una sociedad a la que considera machista.
Pues sí. El Día de la Mujer se considera una fecha importante para las mujeres transgénero que diariamente batallan por eliminar los estereotipos que se han construido sobre ellas. “En días como este recordamos que todas merecemos respeto y oportunidades” dice Katya Mishell, una de las integrantes del grupo Ñuca Trans.
Precisamente, a través de esta agrupación de danza folclórica ella quiere mostrar que las mujeres trans “podemos también ser artistas“.
Apropiarse progresivamente de nuevos espacios es una de las metas de las transgénero que viven en Ecuador. Tal como es el caso de Paola. Ella llegó hace dos años al país en búsqueda de un futuro prometedor fuera de su querida Venezuela.
Y fue acá donde vio que el mundo no es lo que ella se imaginaba: allá era secretaria en un pequeño negocio de venta de repuestos para autos; en Quito, el primer trabajo que le ofrecieron fue como prostituta.
Nunca aceptó hasta que un par de meses atrás encontró un trabajo como asistente de limpieza en una peluquería del sector norte de la ciudad.
Historias como esta son las que alimentan el imaginario de las integrantes de Ñuca Trans. Karla Yadira, su representante, siente que la danza es uno de los métodos idóneos para visibilizar los distintos roles dentro de la sociedad que puede cumplir una mujer transgénero.
Es curioso pero cierto. Y su idea se confirma cuando un sábado por la tarde, poco más de las cuatro de la tarde, la peluquería de una de las integrantes se transforma momentáneamente en una pista de ensayos.
En el sector de la Ferroviaria Baja, Katya, Vanessa, Mónica, Karla y Daniela dan rienda suelta a sus coreografías a plena vista de un público que las mira desde afuera con bastante curiosidad (en ese día, una de sus vecinas dirá que no esperaba que su estilista bailara tan bien).
Alexandra, Paola, Vanessa… todas ellas coinciden que el Día de la Mujer es una oportunidad para eliminar los guetos e incorporarse a una misma sociedad, una fecha para ver que las trans también son mujeres.