El relato no cae en el melodrama para mostrar la difícil vida del protagonista, quien aprende a esconder sus deseos y a desarrollar una coraza impenetrable para sobrevivir en un entorno hostil. Foto: Captura
La película ‘Moonlight’ se estrenará mañana, viernes 10 de marzo de 2017, en los circuitos comerciales de Ecuador y eso, por sí solo, es una gran noticia.
Más allá de las anécdotas por el error en los recientes Premios Oscar, estamos ante una cinta poderosa, un hito del cine que calza justo en esta era de oscurantismo. Hay que verla urgentemente y, mejor aún, en la pantalla grande, el formato para el que fue concebida.
‘Moonlight’ es la primera cinta sobre homosexualidad que obtiene el Oscar a Mejor película, premio conservador que en el pesado se lo negó a ‘Brokeback Mountain’. Esta vez, no hubo prejuicios por parte de la Academia.
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También es la primera película que gana el premio con un elenco protagónico totalmente integrado por actores afrodescendientes.
Basado en una obra de teatro, el director Barry Jenkins mantuvo la estructura original de los tres actos para mostrar la vida de un afroamericano de Miami que sufre doble discrimen, por su piel y por su opción sexual. En cada acto, este joven posee un apodo: ‘Little’ de niño, ‘Chiron’ de adolescente y ‘Black’ ya como adulto, cuando lidera un grupo narco.
El relato no cae en el melodrama para mostrar la difícil vida del protagonista, quien aprende a esconder sus deseos y a desarrollar una coraza impenetrable para sobrevivir en un entorno hostil.
El mérito de esta cinta radica en su poética para explorar la soledad, la angustia y sobre todo la enorme necesidad de respuestas de un individuo, sin apelar a recursos estridentes o sobresaltos sentimentales.
Aun así, no se escatima en mostrar la crudeza del gueto, de la madre adicta al ‘crack’, del padrastro narco, del bullying en la escuela, de las decisiones que terminan por convertir a un frágil niño en un melancólico delincuente.
Es posible que el ambiente que impera en Estados Unidos haya permitido el triunfo en taquilla de ‘Moonlight’, algo raro en películas de este corte. Los productores no gastaron ni dos millones de dólares, pero la película ya supera los cuarenta millones en taquilla.
Quizás se debe a que en el 2016 hubo un rebrote inusitado de la violencia, que se mantiene. La salida de Barack Obama de la Presidencia de Estados Unidos se ha producido justo en una época de creciente aumento de casos de discriminación, racismo, misoginia, homofobia y sexismo, de discursos de poder más propios del siglo XIX. Es tan fuerte, que incluso una cinta como las ‘Cazafantasmas’, versión femenina del clásico de los 80, recibió muestras de rechazo sexista.
Lo curioso es que ‘Moonlight’ tampoco entra en lo político, el director no cayó en la tentación a pesar de que la historia podría aprovecharse en ese sentido. Simplemente, es una bella narración sobre una persona distinta.