En Ecuador aún no existe verificación de las emisiones de gases de los nuevos modelos y versiones de vehículos, porque el equipo destinado para este fin está embodegado, en la Metalmecánica San Bartolo, en el sur de Quito.
Estas máquinas de última generación están empacadas en cajas cubiertas de plástico desde hace un año. El Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro) invirtió cerca de USD 3 millones en estos equipos, que fueron entregados por la firma Leal Importaciones, en julio del 2011.
Pero al no contar con la infraestructura física en donde ubicarlos bajo condiciones especiales de temperatura, acústica, etc., para ponerlos a funcionar fueron embodegados. Un fotógrafo de este Diario quiso tomar fotos del equipamiento pero se lo prohibieron.
En este sitio asignado por la Escuela Politécnica Nacional (EPN), contraparte del proyecto, también está previsto construir el centro. Los estudios de diseño están listos, pero aún no se convoca a licitación la obra civil, con un costo referencial de USD 2,4 millones.
Según técnicos consultados, esto toma mínimo cuatro meses e incluye las máquinas de climatización y aire acondicionado.
Si entra en funcionamiento sin que antes los equipos no muestren daños por la no utilización de un año, sería el primer laboratorio en una ciudad de altitud, que verifique el cumplimiento de los límites de emisiones de gases de vehículos que se comercialicen en el país.
Según el convenio marco de cooperación 09055, suscrito el 17 de agosto del 2009, se encargó la implementación del Centro de Homologación Vehicular al Centro de Transferencia Tecnológica para la Capacitación e Investigación en Control de Emisiones Vehiculares (Ccicev) de la EPN.
En la primera fase se contempló la creación del Laboratorio de Seguridad Activa y Pasiva y de Nuevas Tecnologías (ver infografía), que ya concluyó y está operando desde el año anterior.
Ángel Portilla, director del Ccicev, explicó que el laboratorio de emisiones es parte de la segunda fase y la ejecución de la obra civil está pendiente, debido a la no ampliación del plazo del convenio inicial. “Falta la firma de la ministra de Industrias, Verónica Sión”.
El 4 de agosto del 2010, el Comité de Seguimiento del proyecto resolvió continuar con el programa, pues el plazo del convenio acababa el 17 de agosto del 2010.
Un año y dos meses después de esta fecha, el 31 de octubre del 2011, el Mipro entregó al Ccicev cinco ejemplares del convenio para que lo firmaran Portilla y el rector de la EPN, Alfonso Espinosa.
El trámite tomó 15 días hasta que los miembros del Consejo Politécnico dieran su visto bueno. El 17 de noviembre del 2011 se envió el convenio firmado al Mipro.
Al no recibir una respuesta, la autoridad del Ccicev envió dos cartas a la ministra Sión (10 de enero del 2011 y 20 de junio del 2012), a las que este Diario tuvo acceso. En las comunicaciones le piden a la funcionaria que dé a este proyecto la importancia que requiere y concrete la firma del convenio. No obstante, sus insistencias han sido infructuosas.
Hasta ahora el control de emisiones contaminantes lo realizan los centros de revisión técnica vehicular a los autos que ya están circulando en el país. En este nuevo centro, en cambio, se revisarán los nuevos modelos de unidades de ciclo corto y de diésel.
Anualmente, el Ccicev calcula que entran al país un promedio de 529 modelos y versiones nuevos de vehículos, que deberán cumplir con la homologación.
Este Diario envió un cuestionario sobre el tema al Mipro, que se limitó a responder con un comunicado de prensa. Indicó que el Ccicev, al término del convenio, solo cumplió con la construcción e instalación del primer laboratorio y parcialmente con la compra de ciertos equipos del segundo.
Y que en total entregó USD 7, 2 millones. Según el documento, esto ocasionó un retraso. Adicionalmente, señaló que el Ccicev no solicitó la modificación del plazo, como dice la cláusula sexta del convenio marco.
Y aseguró que inició un proceso de revisión y elaboración de un nuevo convenio, que permita a las dos instituciones cumplir con el objetivo planteado en el 2009.
Portilla aclaró que los dineros no son manejados directamente por el Ccicev, sino que un comité técnico es el que fija su empleo.
Mientras ambos organismos se ponen de acuerdo, la garantía técnica de los equipos está por terminar en seis meses. Esto obligaría a las partes a acelerar la firma del convenio y la adjudicación de la obra, pero con la presión de que lo termine en el menor tiempo posible. Si esto no se concreta, se tendrá que negociar con el fabricante, Horiba, una renovación de la garantía, lo que implica costos adicionales para el proyecto.
Otro riesgo que se corre es que al estar un año embodegados, cuando se quiera encenderlos no respondan, debido a la exposición continúa a las variaciones climáticas. Estos inconvenientes, no obstante, se resolverán cuando el laboratorio esté listo y las puertas de la Metalmecánica San Bartolo se abran al público…
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