Matthias Abram deja un gran legado al país

Desde el 2000, Matthias Abram vivía y trabajaba entre Italia y Ecuador. Foto: Archivo / El Comercio

Desde el 2000, Matthias Abram vivía y trabajaba entre Italia y Ecuador. Foto: Archivo / El Comercio

Desde el 2000, Matthias Abram vivía y trabajaba entre Italia y Ecuador. Foto: Archivo / El Comercio

De Matthias Leonhardt Abram se pudieran escribir libros enteros de historias y relatos. El ecuatorianista, filósofo y lingüista, cuyo sepelio fue ayer en Bolzano-Italia, deja entre sus amigos, conocidos y lectores un legado que va más allá de la mera intelectualidad. Algo que puede resumirse con las palabras del coleccionista de arte y especialista en museografía Iván Cruz: “fue un hombre que compartía sus conocimientos con todos”.

Matthias Leonhardt Abram llegó al Ecuador en 1972, como un joven voluntario. Dos años más tarde se instaló en Quito como coordinador de los voluntarios alemanes y se quedó a vivir en el país.

En sus años en el Ecuador, él fue responsable de la GTZ, cooperación alemana e impulsor del proceso con el que el Ecuador creó la Educación Bilingüe Intercultural (EBI).

Milagros Aguirre, periodista y editora de Abya-Yala, casa editorial de Matthias, dice que la educación intercultural bilingüe “le debe mucho a él”. Y esa deuda no solo fue plantear la necesidad de crear un sistema educativo en el cual estén presentes las lenguas originarias del país. Gracias a su aporte en este ámbito, y en conjunto con la educadora Ruth Moya, en 1988 se creó la Dirección Nacional de Educación Indígena Intercultural Bilingüe.

Aguirre y Cruz identifican otro gran aporte de Matthias: una de las bibliotecas especializadas más grandes del Ecuador en el área cartográfica. Aguirre habla de este espacio como un repositorio de la memoria de los viajeros, sobre todo de aquellos que estuvieron por el Ecuador. Cruz, en el mismo ámbito, se refiere a esta biblioteca como el testimonio vivo de un hombre apasionado por descubrir la historia del Ecuador.

La filiación con la historia del país era un interés real para Matthias. Fue tal vez por ello que desde 1985 se pasó a vivir al Centro Histórico de Quito y fue vecino de San Marcos, en donde trabajó con la comunidad barrial. A partir del año 2000 vivía seis meses en Quito y otros seis en Bolzano.

Ese ir y venir entre Ecuador e Italia era una experiencia enriquecedora para los amigos de Matthias. Cruz recuerda que en su regreso a Quito, que solía ser durante los primeros meses del año, él traía reflexiones sobre las exposiciones y ferias más importantes de Italia.

Además de traer noticias sobre el arte europeo, Matthias venía recargado para continuar con un proyecto en el que invirtió gran parte de su vida: la revista Pueblos Indígenas y Educación, editada en conjunto con Ruth Moya y Luis Enrique López.

Para mantener vivo su legado, este martes 12 se realizará un homenaje en la Universidad Politécnica Salesiana (Isabel La Católica y Madrid).

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