Lucha Libro es un ‘combate literario’ en el que los escritores emergentes se desafían escribiendo cuentos en cinco minutos, utilizando tres palabras dadas por el jurado. Foto: Cuenta de Facebook de Lucha Libro Quito
Dentro del ring están Hysteria y Joan Blancket. Las dos son menudas y delgadas. Visten ropa negra ceñida al cuerpo y tienen el rostro cubierto con máscaras de colores brillosos, al estilo en la lucha libre mexicana.
Las dos son las finalistas de la primera edición del Lucha Libro, en Quito. Un ‘combate’ literario que convocó, durante un mes, a una docena de ‘luchadores’ amateurs, en un competencia sui géneris.
Son las 21:00, del martes 10 de mayo. El interior del Café Libro, la sede de la final de esta lucha literaria, está atiborrado de gente. El presentador de la velada literaria, un hombre pequeñito vestido de traje y corbatín, anuncia el inicio de la lucha final. Frente a él están sentado los jueces: El escritor Óscar Vela, el gestor cultural Gonzalo Proaño y el filósofo Jaime Acosta.
Una modelo de curvas pronunciadas desfila con un cartel en el que se lee round #3. Hysteria y Joan Blanchet están listas para iniciar la lucha final. Se sientan una frente a la otra y esperan las tres palabras claves con las que tendrán que escribir su texto.
Con música caribeña de telón de fondo, el presentador pronuncia las tres palabras: sabiduría, descontrol y perro callejero. Después de un minuto de gracia, para que las luchadoras organicen sus ideas, arranca la contienda. Hysteria y Joan Blanchet empiezan a escribir como posesas. Durante los siguientes cinco minutos las dos arman la historia con la que esperan convertirse en las ganadoras del Lucha Libro.
El objetivo de esta contienda literaria es ayudar al ganador a publicar su primer libro. Giulianna Zambrano y Pepe Sánchez los organizadores de este evento concuerdan en que en el país es complicado que una editorial de espacio a escritores nuevos. La idea -dice Sánchez- es apoyar a los escritores emergentes.
Para ingresar a este concurso los aspirantes, que sumaron más de doscientos, tenían que mandar un cuento inédito. De ellos quedaron 13 ‘luchadores’. El ganador del Lucha Libro recibirá como premio la posibilidad de publicar un libro de cuentos. Para esto los organizadores cuentan con el apoyo de Dinediciones.
El Lucha Libro es parte de las iniciativas del colectivo Leído en Ecuador. Zambrano comenta que a más de la publicación del libro, lo que se busca con este encuentro es promover la idea de la literatura como un espacio de placer y entretenimiento.
“En muchos espacios -dice- se percibe a la literatura como algo aburrido. Queremos devolverle a la literatura su relación con el mundo de lo lúdico”. La Lucha Libro es la contienda para publicar un libro, pero también es el pretexto para que la gente se divierta.
A las 21:30, luego de una larga deliberación de por parte del jurado Gonzalo Proaño anuncia que la ganadora de la primera edición del Lucha Libro es Hysteria. Su nombre real es Andrea Armijos, estudiante de la Universidad San Francisco.
Para Armijos la literatura es una forma de expresar lo que siente y no puede decirlo a través de la palabra oral. Escogió Hysteria como su nombre de pila sin pensarlo mucho porque creyó que iba acorde con la improvisación de este encuentro literario.
Armijos es amante de la literatura de la escritora argentina Alejandra Pizarnik de quien destaca su trabajo en prosa, muy poco conocido. Su cuento favorito es ‘El final del juego’, de Julio Cortázar.
Cerca de las 22:00, Hysteria recibe sus primeros elogios. Al final, su cuento, en el que primó el diálogo entre dos personajes, resultó ser la mejor acrobacia literaria de los 13 escritores emergentes que participaron en esta batalla.
Los organizadores del Lucha Libro, un encuentro literario que también se ha realizado en ciudades como Lima, Iquitos, Austin, Tenerife, Madrid y Bogotá, esperan repetir esta lucha literaria en el Hábitat Village, un espacio que será para del congreso Hábitat III que se celebrará en Quito en el mes de octubre. La novedad en estas luchas será la participación de escritores ecuatorianos consagrados.