Juan Gabriel Vásquez defiende a la novela como germen de la democracia en la FIL Guayaquil

El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez participó en un coloquio la noche de este sábado 9 de septiembre en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil (FIl-G), que concluye este domingo en el Centro de Convenciones de la ciudad. Foto: M

El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez participó en un coloquio la noche de este sábado 9 de septiembre en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil (FIl-G), que concluye este domingo en el Centro de Convenciones de la ciudad. Foto: M

El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez participó en un coloquio la noche de este sábado 9 de septiembre en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil (FIl-G), que concluye este domingo en el Centro de Convenciones de la ciudad. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

En una defensa a ultranza de la novela más allá de la literatura, el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez sostuvo que el género posibilitó el surgimiento de nociones como la tolerancia y la comprensión por el otro, claves en el desarrollo de la empatía y en la organización de las sociedades contemporáneas.

El premio Alfaguara de Novela 2011 por ‘El ruido de las cosas al caer’, participó la noche de ayer, sábado 9 de septiembre, en un coloquio en la Feria Internacional del Libro de Guayaquil (FIl-G), que concluye este domingo en el Centro de Convenciones.

Vásquez trabaja en varios nuevos libros al mismo tiempo, el más inminente es un volumen de ensayos sobre el valor de la novela en la sociedad, que recoge textos que ha venido trabajando en los últimos ocho años y que planea publicar en noviembre próximo. Se trata de un tema que abordó también el último semestre en un curso en la Universidad de Berna, en Suiza.

“Sostengo que con el nacimiento de la novela inventamos una nueva manera de ser humanos, algo que nos ha traído virtudes y beneficios enormes, entre ellos el hecho mismo de la democracia”, dijo en una charla con el escritor ecuatoriano Juan Carlos Moya, en el marco de las actividades de la FIL Guayaquil.

Citó al novelista checo Milan Kundera, quien en ‘Los testamentos traicionados’ sostiene que para que nacieran los Derechos Humanos primero era necesario que surgiera una noción del individuo, que cobrara conciencia el valor y de la dignidad del otro y de nuestro propio valor y dignidad, "en un mundo en el que eso no existía".

Kundera sostiene que aprendimos esas nociones a través de un género como la novela, con el surgimiento de obras como ‘Don Quijote de la Mancha’, ‘El lazarillo de Tormes’ y todas las que vinieron después.

“La novela es el lugar donde comenzamos por primera vez a preocuparnos por el otro, a respetar, a tolerar otras maneras de pensar, a conocer otras maneras de existir que no son las nuestras. Y eso por supuesto es esencial para lo que llamamos democracia, imposible sin esas nociones de tolerancia e interés por el otro”, indicó el escritor.

Moya condujo al colombiano a temas dispersos como la niñez, la soledad, la vocación literaria, sus primeros libros, o el papel de la familia en el oficio de escribir…

El autor de ‘Los informantes’ (2004) y de ‘La forma de las ruinas’ (2015), su más reciente obra, insistió en que existe una dimensión de la experiencia humana que solo se puede explorar y conocer a través de la novela.

“La novela nos permite una compresión de la Historia que no podemos lograr de ninguna otra forma, entrega un tipo de conocimiento, un tipo de verdad, que no es la verdad de los hechos ni de la historia, la verdad más intima del individuo, verdades morales y emocionales a las que la historiografía o el periodismo no tienen acceso”.

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