El pianista, de 28 años, reside en Austria. Para el 2018 tiene previsto presentar un tercer material discográfico. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Desde hace seis años, el pianista ecuatoriano Jonathan Floril no había visitado su país natal. Cuando tenía 16 años se mudó a Nueva York (EE.UU.) para estudiar con una beca y, desde hace siete años, reside en Austria.
La semana pasada tuvo la oportunidad de presentarse, por primera vez, junto al elenco de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE), en la Casa de la Música. En el concierto denominado Sinfonismo Mágico, Floril interpretó el ‘Concierto Nº3 para piano y orquesta opus 30’ de Sergei Rachmaninoff. “Toda mi vida soñé con interpretar esa obra. Aunque es una de las más difíciles que he tocado”.
La experiencia con la OSNE -cuenta el artista– fue grata, ya que tuvo la oportunidad de reencontrarse con músicos que ahora están en ese elenco, pero que formaron parte de la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador (Fosje), con la que ha compartido escenario en varias ocasiones.
Aunque su estadía en Ecuador durará apenas hasta este sábado, Floril tiene preparado un segundo concierto hoy, a las 19:30, en Villa Celia (Jorge Washington y 6 de Diciembre). Como un aficionado del Romanticismo, el pianista interpreta las obras ‘Polonesa Nº 6 en La bemol mayor Op. 53’, ‘Balada Nº 1 en Sol menor Op. 23’ y ‘Balada Nº 4 en Fa menor Op. 52’, de Fryderyk Chopin, y Tres estudios de concierto, del compositor Franz Liszt.
Tenía previsto un tercer concierto, “pero mi tiempo en Ecuador es muy corto y también quiero visitar a la familia”. Ese recital se realizaría en el Colegio Alemán de Quito pero, ya que no alcanzará el tiempo para hacerlo en esta visita, Floril lo aplazará para el 2018.