La obra de Jaime Andrade Moscoso vuelve a la Universidad Central

Mural que Jaime Andrade Moscoso hizo para la Universidad Central, entre 1948 y 1954. Foto: David Landeta/ EL COMERCIO.

Mural que Jaime Andrade Moscoso hizo para la Universidad Central, entre 1948 y 1954. Foto: David Landeta/ EL COMERCIO.

Mural que Jaime Andrade Moscoso hizo para la Universidad Central, entre 1948 y 1954. Foto: David Landeta/ EL COMERCIO.

En la pared que está detrás del Teatro Universitario de la Universidad Central del Ecuador (UCE) hay un mural de piedra, de nueve metros de alto, que el artista ecuatoriano Jaime Andrade Moscoso esculpió entre 1948 y 1954.

La visita a esta obra será parte de los recorridos guiados que se realizarán a propósito de la exposición ‘Jaime Andrade. Trayectoria artística 1925-1989’, que se inaugura el miércoles 12 de febrero del 2020, en el Museo Universitario de la UCE.

Jaime Andrade Heymann, su hijo, cuenta que este fue el primer mural de grandes proporciones que esculpió su padre. “En esta obra cuenta la historia de la humanidad. En el panel central, que está dividido en tres partes, hace alusión, entre otras cosas, al hombre nuevo”.

La relación entre Andrade Moscoso y el arte comenzó en la Escuela de Bellas Artes cuando tenía apenas 12 años. De ese tiempo son los bustos de Carlos Andrade, su hermano, Sergio Guarderas, Guillermo La Torre y Pedro León, piezas en arcilla y yeso en las cuales da cuenta de su interés por la figura humana

Mural que Jaime Andrade Moscoso creó en 1957 para EL COMERCIO. Foto: David Landeta/ EL COMERCIO.

Para este maestro de los pintores indigenistas, el arte tenía que ser perenne, por eso dentro de su trabajo escultórico siempre tuvo predilección por materiales duros como la piedra. “Fue un gusto que perduró hasta su última etapa artística, cuenta su hijo, con la diferencia de que ya no quería marcar su huella en la piedra sino que la tomaba intacta de la naturaleza y la envolvía en estructuras metálicas”.

Su curiosidad por explorar con distintos materiales y técnicas, una de las constantes de su vida artística, lo llevó a estudiar composición mural en The New School for Social Research de Nueva York, donde fue alumno de Camilo Egas.

A su regreso al país coincidió con la artista israelí Noemi Henrick, gracias a quien descubrió el mosaico. Andrade Heymann recuerda que Henrick armó en un taller en un galpón que era propiedad de Olga Fisch, donde su padre y otros artistas de la época aprendieron a trabajar con esta técnica.

En el interior del MUCE, la obra de Andrade Moscoso se exhibirá de forma cronológica: las obras que hizo cuando fue estudiante de la Escuela de Bellas Artes; su etapa indigenista, por la que solo transito; su exploración en el mundo de la abstracción geométrica; y una en la que muestra su interés por trabajar con materiales considerados menos nobles, como el papel y la lana.

La exposición reúne más de 80 obras entre esculturas, dibujos y murales. Se inaugurará este miércoles 12 de febrero del 2020, en el Museo Universitario. Foto: David Landeta/ EL COMERCIO.

A la exhibición de sus esculturas, murales, dibujos y bocetos se suma la réplica del taller que tenía a las afueras de Quito, en el que se incluye el primer martillo mecánico que llegó al país y piezas que nunca terminó. Su hijo cuenta que Andrade Moscoso tuvo varios talleres ubicados en distintos puntos de la ciudad: La Magdalena, el Centro Histórico, La Mariscal y el de Puembo, que fue el último.

Susan Rocha, directora del MUCE, explica que el propósito de esta muestra es conectar a las nuevas generaciones con su obra y recordar su legado como artista y también como académico, una faceta que incluye su designación como primer decano de la Facultad de Artes de la UCE.

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