Galápagos fue declarado Patrimonio Natural por la Unesco en 1978. Foto: Cortesía Peacock Films
La relación entre el ser humano y la naturaleza, que conviven en un territorio tan exuberante como frágil, es un tema que el cineasta Gustavo Yánez aborda en su documental ‘Galápagos: paraíso en pérdida’.
A través de su cámara, Yánez emprende un registro que se aleja de los tradicionales documentales ambientales y turísticos, para centrarse en la situación social, económica y política en las islas.
“Lo que busca el documental es poner sobre la mesa una serie de preguntas que surgen desde el testimonio de los propios pobladores de Galápagos”, dice Sebastián Benalcázar, de Peacock Films. Obtuvo un fondo del Instituto de Fomento a la Creatividad e Innovación para la distribución de la cinta en el país.
En ese contexto, dice Benalcázar, el filme se cuestiona sobre qué camino seguir para llegar a un estado equilibrado de convivencia entre el hombre y la naturaleza, que permita la conservación del archipiélago.
En el filme se analiza el impacto de la actividad humana sobre las islas. Foto: Cortesía Peacock Films
Yánez filmó el documental en el 2016 y, posteriormente, se asoció con ‘Pocho’ Álvarez, quien entró al proyecto como codirector. Entre los dos revisaron el material, analizaron temas y personajes para desarrollar la estructura narrativa en la posproducción.
“Es hora de desmitificar eso de que Galápagos es un paraíso que se mantiene en condiciones prístinas”, dice Álvarez sobre una región que fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad en 1978, pero cuyos ecosistemas se encuentran bajo permanente presión.
El contraste de escenarios y la diversidad de voces llevan el hilo narrativo de este largometraje. La belleza del paisaje y la riqueza biológica del archipiélago, que este mes cumple 48 años como provincia, contrastan con el impacto de la actividad humana, evidenciada en temas como transporte, acceso a servicios básicos o el manejo de residuos sólidos.
En el testimonio de los colonos se revelan criterios divididos respecto de las políticas públicas para la explotación turística y pesquera de las islas o el crecimiento poblacional.
Álvarez explica que el filme tiene la intención de abrir el diálogo acerca de la responsabilidad que tienen la sociedad y el Estado con un santuario natural cuyo valor rebasa las fronteras nacionales. “El gran dilema que plantea este documental es si apostamos por el santuario natural que nos ha dado a conocer en todo el mundo o apostamos a la modernidad, que conlleva un gran impacto ambiental”.
El filme se estrenará el próximo 12 de febrero en Santa Cruz y el 18 en San Cristóbal, mientras que la última semana de febrero se proyectará en salas de cine en Quito, Guayaquil y Cuenca. Luego irá a festivales.