Rosa Victoria Pardo es la directora ejecutiva de la Fundación Teatro Bolívar, entidad de gestión privada encargada de financiar la reconstrucción del teatro. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
Considerado una de las joyas arquitectónicas del Centro Histórico, el Teatro Bolívar cumplió ayer (15 de abril del 2019) 86 años desde su inauguración. Su actual directora ejecutiva, Rosa Victoria Pardo, hizo un repaso sobre la trayectoria y retos del teatro, que tras dos incendios continúa su reconstrucción.
¿Cuál es el mayor desafío del Teatro Bolívar en este momento?
El mayor desafío es también su mayor virtud. Es una edificación enlistada dentro de los bienes inventariados por la Unesco para la Declaratoria de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Eso significa que tenemos que reconstruirlo exactamente como fue y eso es un desafío enorme, pues el teatro tiene un estilo art deco que concentra varios estilos arquitectónicos en uno solo. Ese es el origen de su belleza, pero también del complejo proceso de reconstrucción. En el ámbito cultural, el desafío ha sido reintegrar al teatro en todas las nuevas tendencias de comunicación digital y a la generación de un nuevo público.
¿Qué ha permitido retomar sus operaciones?
La energía y el flujo del arte. La conciencia heredada de los fundadores a sus hijos, nietos y ahora bisnietos de mantener este icónico escenario de gran herencia arquitectónica y trascendencia cultural.
¿Cuáles han sido los momentos de mayor esplendor del Bolívar?
Se suscitaron entre 1933 y los años 70. En los primeros 40 años recibía espectáculos como el Ballet Bolshói de Rusia, la Orquesta Filarmónica de Londres dirigida por Leonard Bernstein, Alicia Alonso, Carlos Gardel, Marcel Marceau, Angélica María y grandes obras nacionales.
¿Cómo funciona la autogestión en este proceso de reconstrucción?
Se ha logrado reconstruir el 60% del edificio, de 4 820 metros cuadrados, y una sala de 2 400 butacas con apoyo de gobiernos extranjeros, centros de educación superior y el sector privado. Seguimos buscando alianzas estratégicas para continuar con la recuperación.
¿Que le falta para la recuperación total?
Esperamos que la recuperación total de la infraestructura se complete en máximo cinco o seis años. También se necesita políticas de correcto manejo del Centro Histórico que permitan operar con seguridad. Que no se cierren las calles todo el tiempo, que no se caotice el Centro Histórico.
¿Cuáles son las expectativas de la institución frente a la nueva administración municipal?
Formamos parte del Buró del Centro Histórico y junto con la Cámara de Turismo presentamos un programa de reactivación para recuperar la seguridad nocturna y operar hasta más tarde. La idea es crear alianzas estratégicas con hoteles, restaurantes para la reactivación de la zona. Se ha propuesto la reactivación del pasaje Espejo desde la Junín hasta el Palacio Presidencial y mejorar el manejo de basura.
¿Cuál es la propuesta en movilidad?
Además de implementar la peatonalización de ciertas áreas, es importante organizar actividades de carga y descarga de insumos y proveedores, implementar un sistema de bicicletas eléctricas o trenes pequeños que circulen por el Centro Histórico para facilitar la accesibilidad. Si se cierran las calles, hay que ofrecer otras alternativas de acceso.
¿Qué será lo más destacado de la agenda 2019?
En infraestructura se tiene prevista la reconstrucción de los palcos ejecutivos y presidenciales y la implementación de salones de ensayo para talleres. En término de agenda se volverá a presentar el Cirque Farouche de Francia, se está negociando la presencia de artistas internacionales y la presentación de musicales propios como ‘Alicia en el país de las maravillas’ y ‘Un violinista en el tejado’.