En la Sala 2 del Museo de Cayambe está la imagen de santa Mariana. Foto: EL COMERCIO
El paisaje andino de Cayambe, en el norte de Pichincha, acompañó la niñez de Mariana de Jesús, la santa quiteña.
Es por eso que se armó una ruta entre Quito y Cayambe para conocer la historia de este personaje. En octubre del año pasado se recordó los 400 años de su natalicio.
La propuesta turística incluye un recorrido por el Museo Carmen Alto, La Compañía y el Museo de la Ciudad, en Quito. En Cayambe, el trayecto incluye al Molino San Juan Hacienda y otros espacios.
En el primero destaca el arte patrimonial de la Orden de las Carmelitas Descalzas, la vida cotidiana de las religiosas, y la biografía de la santa.
El proyecto nació en el marco de un convenio de los municipios de Cayambe y Quito, que acordaron colaborar para vender productos turísticos conjuntos, como la Ruta de Marianita. Esta es una de las cinco propuestas que se han organizado y que son más concurridas en Semana Santa.
El sendero entre Quito y Cayambe es una mezcla de fe, tradiciones y costumbres, explica Jaime Pallares, presidente de la Cámara de Turismo del último cantón. Es un puente que sincretiza las creencias católicas y la cosmovisión de indígenas kayambis y mestizos.
Durante el paseo, los guías cuentan historias de Marianita. Una de ellas rememora su niñez, cuando cayó de los brazos de su madre mientras intentaba cruzar el río a caballo. Según la leyenda, la pequeña salió ilesa sin que ni siquiera su vestido se mojara. Como estas hay muchas historias en torno al popular personaje, cuya imagen adorna uno de los muros del Museo de Cayambe.
Es una escultura que fue donada por las religiosas del convento del Carmen, de Quito, en donde están las pertenencias que revelan la vida de la Santa.
El museo se ubica a un costado del parque de Cayambe y tiene siete salas. Hay urnas en las que se exhiben restos arqueológicos, utensilios de los primeros habitantes, instrumentos musicales y pinturas que reflejan esa fusión y religiosidad popular.
Una de ellas es la sala 4, denominada Cuna de Saberes Milenarios. Ahí se explica que el volcán Cayambe es el único nevado en el mundo por donde atraviesa la línea equinoccial. Es decir, se encuentra en la latitud cero. Esto le convierte en un referente para conocer el movimiento de la tierra y la medición del tiempo: las horas, meses y años.
Son saberes de los que kayambis tenían conocimiento y que lo celebraban con fiestas y rituales como las del Inti Raymi o Fiesta del Sol. Así cuenta Félix Guaján, guía del museo.
En la sala 3, se rinde un homenaje al sitio sagrado de Puntyatzil. Se trata de una pirámide trunca que fue construida entre el año 800 y 1500 d.C. Es un centro que refleja el poder del señorío étnico Kayambi. Según los historiadores, ahí era la residencia del cacique y de sus familias.
El recorrido turístico incluye también una visita a un antiguo templo, ubicado en la comunidad cayambeña de Santa Clara. Se cree que fue construida por los Jesuitas en la época de la Colonia. Era, además, un lugar de visita de Marianita y su madre, para la oración.
Los visitantes continúan el periplo en el Molino San Juan Hacienda, donde pueden disfrutar de la gastronomía ancestral y local, como las tortillas de trigo asadas en tiesto y el uchu jaku. Joaquín Achina, guía nativo, explica que esa es una comida de fiesta. Es una sopa que lleva mote, queso y carne de borrego o cuy frito.
Esta nueva ruta turística está a la disposición del público de miércoles a domingo, de 09:30 en adelante.