‘En vez de no hacer nada sin un acuerdo vinculante se debe aceptar lo alcanzado hasta ahora”. Esa fue la sentencia que hizo Todd Stern, jefe de la delegación de Estados Unidos, a su arribo a la Cumbre de Cambio Climático en Cancún. El delegado estadounidense se refirió a la posición de países africanos y a la de los agrupados en el Alba que insisten en la necesidad de ampliar a un segundo período la vigencia del Protocolo de Kioto.
El primer período de compromisos se cumple en el 2012, pero durante la primera semana de la cita climática en el balneario mexicano no hubo ningún avance hacia una concreción. Así lo denunciaron el viernes los jefes de delegación de Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia.
Es que Japón, de entrada, insistió el lunes en su posición de no firmar ninguna ampliación de Kioto. La costarricense Christiana Figueres, jefa de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, reconoció que Canadá y Rusia también mantienen la misma tesis. El condicionamiento japonés es que Estados Unidos firme primero, ya que este país no aceptó ser parte del Protocolo de Kioto.
A pocas horas de haber arribado a Cancún, Stern aceptó que sí debe darse un acuerdo vinculante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. “Pero por ahora avancemos con lo que podamos conseguir. ¿Si no puedes pegar un jonrón entonces no hay que jugar basebol?”, señaló.
Él reconoció que “un acuerdo vinculante significa legalmente obligatorio y deberá ser para todos. No creo que aún estemos para eso, pero no significa que nunca lo vayamos a estar”.
En tanto, Stern insistió en defender la validez del acuerdo que firmó en la Cumbre de Cophenague un grupo de países industrializados, en especial EE.UU. y China, denominado Fondo Verde. Este acuerdo reúne ofertas de aportes por USD 28 000 millones. Estos serían destinados a tareas de mitigación (cuidado de bosques, renovación de generación eléctrica, entre otras medidas) y adaptación al cambio climático, en especial para los países pobres.