En la exposición se pueden ver textos originales de Dávila Andrade. Además, hay audios con poemas recitados en varios idiomas. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.
En uno de los documentos de la exposición, el propio César Dávila Andrade confiesa que el objetivo de su poesía es revelar el enigma detrás de los objetos, la vida oculta y el embrujo de las cosas. Y en otro artículo sobre su muerte, brilla una cuchilla de afeitar (una “hojilla”) con la que se presume que el poeta se cortó la aorta sobre el lado izquierdo del cuello en un hotel de Caracas, Venezuela, a los 48 años de edad.
‘Albaquía’ es una muestra que la Casa de la Cultura núcleo del Guayas mantiene abierta en Guayaquil en honor al centenario del nacimiento del escritor ecuatoriano César Dávila Andrade (5 de octubre de 1918 – 2 de mayo de 1967). Aquí se exhiben archivos de distinta índole sobre el poeta y narrador cuencano.
La exposición estará abierta hasta el 14 de septiembre del 2018 y cerrará con una mesa de diálogo y el lanzamiento de una edición conmemorativa con tres libros recopilatorios del autor. La Feria Internacional del Libro de Guayaquil (Fil-G) prevé organizar también una mesa de análisis el próximo viernes 7 de septiembre, en el marco de la cuarta edición del evento.
Las primeras ediciones de sus libros, un banco de fotografías, manuscritos, dibujos, documentos y objetos personales –una carta dirigida a su madre y fechada en Caracas dos meses antes de su suicidio, por ejemplo- hacen parte de ‘Albaquía’.
La exposición incluye un documental con entrevistas sobre la vida del autor y la percepción de su obra y un video con sus poemas leídos en idiomas como alemán, húngaro, francés o portugués. “Espacio me has vencido, yo sufro tu distancia, tu cercanía pesa sobre mi corazón (…) Dejo la puerta en que vivió mi ausencia, mi voz perdida en un abril de estrellas, y una hoja de amor sobre mi mesa”, recita una mujer, en portugués, el poema Espacio me has vencido, de 1946.
La investigación y producción de la muestra estuvo a cargo del cineasta Mario Rodríguez Dávila y de Juan Pablo Ordóñez, quienes siguieron los pasos del escritor hasta Venezuela. La producción contó con la asesoría del escritor Jorge Dávila Vásquez, sobrino del bardo cuencano, conocido como ‘El Fakir’ y quien pasó temporadas en Quito y Guayaquil.
En 1949, Dávila Andrade se casó con Isabel Córdova y partió a Venezuela, donde trabajó como periodista hasta su suicidio. En el 51 publicó ‘Trece relatos’, considerada una cúspide de su obra narrativa, según una cronología de la vida del escritor que abre la muestra.
“‘Albaquía’ es un término de la administración, el remanente de una cuenta sin pagar. Y aún le debemos mucho a la poética de Dávila Andrade, un lenguaje místico, a veces hermético o fragmentario, otras veces metáfora de la ruina, siempre apasionante”, consideró el catedrático Jaime Pow Chon Long, quien espera que los homenajes contribuyan a ir zanjando la deuda.
El poeta y narrador guayaquileño Luis Carlos Mussó exaltó a la figura de ‘El Fakir’ como una de las más descollantes de la poesía del postmodernismo. “Su poesía tiene una veta afectiva, otra telúrica, pero también hay poemas existenciales. Y hay una lírica vinculada con la ideología zen, que tiene que ver con la divinidad y con el propósito del hombre”, dijo. La narrativa de ‘El Fakir’ es una suerte bisagra entre el realismo social de los años 30 y el nuevo relato ecuatoriano, agregó Mussó.