En la fotonovela se indaga sobre las inquietudes espirituales y existenciales del poeta cuencano César Dávila Andrade. Foto: Facebook Faquir. El detective místico de la conciencia
Con ‘Faquir. El detective místico de la conciencia’, Christian Oquendo Sánchez y Sebastián Oquendo Sánchez regresan a una de las etapas literarias más fecundas y menos conocidas del escritor ecuatoriano César Dávila Andrade, quien murió en Caracas hace 50 años.
Esa vuelta a obras como ‘En un lugar no identificado’ (1962), ‘Conexiones de tierra’ (1964), ‘La corteza embrujada’ (1966) y ‘Poesía de el gran todo en polvo’ (1967) es plasmada, por estos hermanos, a través de una fotonovela en la que se indaga sobre las inquietudes espirituales y existenciales del ‘Faquir’, sobrenombre con el cual se identifica hasta hoy al poeta cuencano.
La historia está divida en siete apartados en los que se intercalan pequeños textos y fotografías a color. Los autores de esta publicación cuentan que ‘La última cena’ (capítulo 3) tomó como punto de partida creativo ‘La última cena de este mundo’, que ‘El ojo del dios furioso’ (capítulo 5) está inspirado en ‘La mirada de dios’ y que ‘Nadie’ (capítulo 6) en ‘Un cuento sin nadie’.
El interés de Dávila Andrade por el mundo místico y espiritual apareció antes de escribir ‘Boletín y elegía de las mitas’ publicado en 1959. En los años 40 su vínculo con el mundo espiritual era notorio. El ‘Faquir’ practicaba yoga kundalini y meditación trascendental y también mantenía una relación cercana con Jorge Elías Francisco Adoum médico y esoterista de origen libanes, en el que está inspirado el narrador de esta fotonovela.
Los autores de esta publicación cuentan que Dávila Andrade, llegó hasta el ‘Mago Jefa’, el mote de Adoum, gracias a su hijo el poeta ecuatoriano Jorge Enrique Adoum. Este personaje fue autor de ‘Las llaves del reino interno o el conocimiento de sí mismo’ y ‘Yo soy. Breviario del iniciado y poder del mago’.
A través de El Ermitaño, El reencarnado, La última cena, La esfinge, El ojo del dios furioso, Nadie y Alejandrini, los autores de esta fotonovela ficcionalizan pasajes de la vida de Dávila Andrade en Caracas y de su aparente relación con el grupo esotérico ‘Los Buscadores de la Verdad’, un vínculo que entablan a partir de los ensayos ‘Noción y técnica de la conciencia de sí mismo’, ‘Conciencia y futuro’, ‘San Pablo y la cuarta dimensión’, ‘Cuaresma y anticuaresma’ y ‘Todo y todas las cosas’.
El ‘Faquir. El detective místico de la conciencia’ se suma a publicaciones, que se han presentado en los últimos años, como el ensayo ‘La diminuta flecha envenenada’ de César Carrión, que aborda la etapa más enigmática y sensible de la obra de Dávila Andrade.