La selva amazónica es uno de los ecosistemas que influye en la alta biodiversidad. Foto: EL COMERCIO
La variedad de plantas que América Latina alberga en su territorio la han posicionado como una de las zonas más biodiversas del planeta y su lista continúa en aumento. Cada año se descubren alrededor de 750 nuevas especies de flora en esta región. A pesar de los altos índices de deforestación y la destrucción de sus bosques, esta parte del continente americano concentra el doble de especies de plantas que África tropical.
Un estudio publicado este mes de septiembre del 2020 en la revista Science Advances cuantifica por primera vez la diversidad que existe en las zonas tropicales del planeta. Aunque ya se conocía que América Latina es rica en especies, en esta ocasión se logra evidenciar que, desde México hacia el sur del continente, hay 118 308 plantas vasculares. En África tropical, que abarca la zona sur del desierto del Sahara y Madagascar, se hallaron 56 451 especies y el sudeste asiático tiene unas 50 000.
Carmen Ulloa, curadora del Jardín Botánico de Missouri (MBG) y coautora del estudio, explica que el objetivo inicial de este artículo era resumir lo que se conoce sobre las plantas y algunos grupos de animales en las tres zonas tropicales del planeta. En este proceso participaron Peter Raven, presidente Emérito del MBG; Roy Gereau y Peter Phillipson, también del MBG; Clinton Jenkins, de la Florida International University; Cyrille Chatelain, del Jardín Botánico de Ginebra.
La Gentianella hirculus es una planta endémica del Parque Nacional Cajas.. Foto: EL COMERCIO
Para la investigadora ecuatoriana, lo más sorprendente es el número de especies que se descubren cada año. Los resultados muestran que América Latina, con una extensión de 19 197 000 km2, supera en más del 50% al número de especies de la región africana, que abarca 22 657 000 km2. La diferencia entre estas dos áreas continúa en aumento, ya que en el continente africano se describen 170 especies nuevas cada año. Es decir, 580 menos que en América.
Ulloa dice que, a pesar de que África cuenta con una mayor extensión, tiene un gran desierto. Por otro lado, en América están presentes otros ecosistemas ricos en biodiversidad como la selva amazónica, la zona del Chocó y la cordillera de los Andes. Estos han influido en que América Latina se posicione como el hogar de un tercio de la biodiversidad mundial.
Cinchona officinalis es conocida por la quinina, utilizada para curar la malaria. Foto: EL COMERCIO
Estos factores también han llevado a que Ecuador tenga aproximadamente 18 500 especies de plantas vasculares y sea uno de los 10 países con mayor diversidad de flora en el mundo. La investigadora considera que se están describiendo plantas a un ritmo acelerado. En 2018, Ecuador sumó 142 especies a su lista, mientras que el año pasado se describieron 116.
Ulloa dice que lo más importante es entender la importancia de esta biodiversidad para preservarla. Muchos de los principales medicamentos que se utilizan en la actualidad fueron elaborados originalmente con compuestos de las plantas. El caso de la cascarilla o cinchona, originaria de Loja, es uno de los más conocidos.
Para los autores de este estudio, esta investigación permite identificar y enfocar los esfuerzos en las zonas que necesitan más conservación. La Evaluación de los recursos forestales 2020 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) revela que en los últimos 30 años el mundo ha perdido 170 millones de hectáreas de bosques. África y América del Sur han sido las zonas más afectadas.
Phaedranassa cuencana se encuentra en Azuay y Cañar. Fue descrita en el 2015. Foto: EL COMERCIO