El relato criminal está ambientado en el Nueva York de los años 70. Foto: Outnow.ch.
Algunas de las más famosas y celebradas películas sobre la mafia -norteamericana, europea, asiática o latina- tienen algo en común: un reparto masculino como protagonista.
Los tiempos cambian y ‘The Kitchen’ aparece en la cartelera, como una película que podría herir el ego masculino o, por otra parte, como un pretexto para seguir repensando los roles de género en el cine y en la sociedad en general.
Andrea Berloff debuta en la dirección con esta película, que sigue un guion basado en las historietas ‘The Kitchen’, creadas para DC Vertigo y adaptadas por la propia Berloff.
El filme rescata la estética y estructura del cine criminal, al que le da un giro completo en sus interpretaciones.
Melissa McCarthy, Elisabeth Moss y Tiffany Haddish asumen el papel de tres amas de casa que deberán tomar el control de sus vidas para sobrevivir en un mundo dominado por hombres.
No es un mundo ordinario, sino uno que funciona bajo las reglas de la mafia irlandesa en el Nueva York de los años 70, donde los comerciantes de la zona tenían que pagar por ‘protección’ para sus negocios.
McCarthy le da vida a Kathy, una esposa y madre con buenas intenciones, pero que mataría por proteger lo suyo. Haddish interpreta a Ruby, una mujer constantemente subestimada y discriminada por su color de piel. Moss se mete en el papel de Claire, sometida y constantemente maltratada.
Video: YouTube, cuenta: Fandango Latam
Siguiendo las más destacadas producciones de su repertorio, la presencia de McCarthy y Haddish podría sugerir que la cinta tiene intenciones de inclinarse hacia la comedia. Pero, por lo contrario, la apuesta es por explorar otra faceta de las actrices en un completo cambio de registro.
Visualmente hay un esmerado trabajo en la recreación de los ambientes y vestuarios, que sostienen la autenticidad del lugar y la época.
En la primera parte, los tres personajes femeninos emergen de las sombras y se revelan como parte de una estructura criminal, cuando sus esposos son apresados y acusados por varios delitos vinculados al crimen organizado.
En esas circunstancias, la forma de vida de Kathy, Ruby y Claire se desmorona y su seguridad y sustento quedan a merced de la voluntad de los nuevos y mezquinos ‘jefes’. Lejos de aceptar la trágica situación, las tres suman fuerzas, acaparan el ‘negocio’ de sus esposos y terminan dirigiéndolo con más eficacia y crueldad.
Tomar el control del ‘negocio’ podría haber sido más difícil, pero el filme se apresura en poner a las protagonistas en una posición de poder para dar paso a la historia de empoderamiento y transformación.
El cambio físico y emocional, relativamente bien logrado por las actrices, tendrá un costo, en el que se revela el verdadero tono del filme, y que quedará marcado por la explícita y despiadada violencia, en la que cabe un par de giros, que aportan con algo de suspenso en el tramo final.