El rapero amateur Qaw’mane Wilson fue sentenciado a 99 años de reclusión por el matricidio de su madre en el 2012. Foto: captura de pantalla
La ambición, la codicia y la sed de dinero fácil habrían sido -según la Fiscalía estadounidense- los móviles para que el rapero Qaw’mane Wilson decidiera contratar un asesino a sueldo para matar a su madre. El matricidio, que ocurrió en 2012, conmocionó a la ciudadanía de Chicago, en Estados Unidos por la violencia y sangre fría con que se ejecutó. El viernes 31 de enero de 2020, el autor intelectual fue sentenciado a 99 años de reclusión.
Durante el proceso legal, que se extendió a casi siete años, la Fiscalía estadounidense presentó una serie de pruebas que inculparon a Wilson. De acuerdo con un reporte de periódico The Washington Post, las sospechas iniciaron a encender las alarmas de la Justicia de EE.UU. por el comportamiento de rapero. A ocho meses de que su madre, Yolanda Holmes, fuera asesinada a tiros, en el 2012, Wilson llegó a un banco de Chicago en un vehículo ford mustang, un modelo, cuyo precio asciende a más de USD 65 000.
Vestido con una chaqueta con estampado de leopardo, el rapero amateur conocido como Young QC, salió de su automóvil y dijo, ante el lente de una cámara que lo grababa, que iba a retirar miles de dólares de su cuenta bancaria. En este mismo video, que formó parte de las evidencias dentro del caso, se observa cómo el hombre arrojaba fajos de dinero en efectivo al aire. Un grupo de personas gritaban eufóricas recogiendo los billetes.
Esas fueron -según la Fiscalía estadounidense, algunas de las formas en las que Wilson despilfarró los USD 90 000 que heredó de su madre tras su asesinato. No solo le gustaba presumirlo ante las cámaras de medios de comunicación locales, sino que se fotografiaba a sí mismo con el dinero en tiendas de ropa de alta gama, salas de masajes y en la alfombra de su casa.
Video: YouTube, cuenta: QCWurks
Las autoridades judiciales afirmaron -en diálogo con The Washington Post- que cuando Wilson fue arrestado en el 2013, él admitió que conspiró en contra de su madre por “ganancias financieras”. Pero, según él, no tenía la intención de que su madre Yolanda muriera. “Se suponía que era un robo”, les dijo a los detectives.
Sin embargo, la versión de Eugene Spencer, el sicario que ejecutó el asesinato, desbancó la versión de rapero. Él confesó que Wilson ordenó matarla y le ofreció USD 3 500. Spencer aceptó. Fue en la madrugada de 2 de septiembre de 2012, cuando el asesino a sueldo irrumpió en el departamento de Holmes, mientras ella dormía junto a su novio, Curtis Wyatt.
La madre no solo fue impactada con arma de fuego, sino que fue apuñalada antes de que Wyatt lograra sacar al sicario de la vivienda. Días después, la pareja de Holmes pudo identificar a Spencer como el asesinato.
El hombre, que ahora tiene 30 años, parecía disfrutar gastando los ahorros de su madre porque, según los fiscales, matarla fue una idea suya. “Lo que él quería, su madre se lo dio. Un vehículo, un trabajo. Se podría decir que era un hijo mimado. Ella le dio vida a Qaw’mane, y así lo terminó agradeciendo”, dijo Stanley Sacks, el juez ponente de la audiencia de sentencia condenatoria.
Tras el anuncio de la sentencia, a Wilson se le consultó si tenía algo qué decir. “Nadie amaba a mi madre más que yo. Ella era todo lo que tenía”, dijo, frente al estrado.
En la familia de Holmes hay consternación. Según los parientes de Wilson, su madre siempre luchó por darle a su hijo todo lo que necesitaba. Intentó, durante toda su vida, evitar que el joven cayera en las pandillas y que no siguiera los pasos de su padre: Jeffrey Todd Wilson, sentenciado a cadena perpetua por un homicidio.
Sondra Jackson, tía de Yolanda Holmes, salió de la sala de tribunal en silencio. “Después de todo esto, todavía seguimos sin entender por qué lo hizo”, dijo al Washington Post.