El productor es una de las figuras menos visibles pero un puntal indispensable en el circuito de la realización cinematográfica. “Es el principal responsable del proyecto y el que sabe un poco acerca de todas las áreas involucradas en la construcción del cine”. De esa manera, el productor argentino Nicolás Batle acerca el concepto de este oficio, en el que convergen los perfiles de un administrador sensato y de un creativo talentoso.
Se refiere a la multiplicidad de tareas que incluye, entre otras, la gestión financiera y logística, la coordinación de alianzas con otros productores y auspiciantes, la conformación del equipo de trabajo y del elenco, la organización de los tiempos de trabajo, la supervisión del guión y del rodaje, el lanzamiento, comercialización y distribución del filme. Con los años, este oficio se ha ido desglosando en una serie de especialidades (gerente de producción, productor ejecutivo y asociado, coproductor, asistente de producción, etc.), según los cambios en los modelos de mercado y el desarrollo de las industrias audiovisuales, de las que el Ecuador también es parte.
Con más de 15 producciones en cine y televisión y con una amplia trayectoria como conferencista y catedrático, Batle ha estado en contacto con la producción fílmica nacional, de la que destaca la “vitalidad, crecimiento y diversidad” que atraviesa en este momento.
El argentino cree que aunque las particularidades de esta profesión pueden abordarse desde la academia, este es un oficio que se desarrolla con la práctica. Por eso, no cree en modelos ni recetas, sino más bien en que los esquemas de trabajo deben adaptarse a la estructura de cada proyecto y a la realidad de cada país.
Fernando Cedeño es un manabita dedicado a la realización de películas de bajo presupuesto. Autor de cintas como ‘Sicarios manabitas’ y ‘Ángel de los sicarios’, Cedeño es una persona que ajusta su esquema de trabajo al tiempo y a los recursos disponibles. Además de escribir los guiones, Cedeño es el director y el productor de sus obras. Lo hace -dice- porque el presupuesto así se lo impone y para mantener una línea estética y argumental en sus películas. “Cuando el guión está listo, para trabajar en el rodaje me dedico de lunes a jueves a la producción y los fines de semana a la dirección”.
Gonzalo Estupiñán fue invitado a protagonizar la cinta ‘Distante cercanía’ (2013), de Alex Schlenker y Diego Coral. Sin embargo, durante la etapa de rodaje, también asumió el rol de productor. El actor asegura que esta división de funciones no incidió en su trabajo interpretativo, pues las tareas de productor las compartía con Juan Carlos Camacho y otros tres productores de campo. Aunque asegura que el oficio se ha forjado empíricamente, el crecimiento de la producción local está incentivando la especialización en esta área.
Pero más allá de cualquier clasificación, para Paúl Venegas existen dos tipos de productores. Uno es el administrativo, responsable de toda la cadena de producción, pero que no se involucra mucho en los procesos estéticos. El otro es un productor que incide en el contenido y estilo de la obra desde un aporte creativo. “Pero el buen productor es el que tiene un poco de ambos”, concluye el director y productor del documental ‘Alberto Spencer, ecuatoriano de Peñarol’.
Aunque la Corporación de Productores Audiovisuales del Ecuador agrupa a 36 productores nacionales, Arturo Yépez, miembro de la institución asegura que aún es necesario un estudio laboral y profesional de esta área como base para la definición de políticas que favorezcan al sector y a la producción audiovisual en general.
DÓNDE ESTUDIAR
La Escuela Politécnica del Litoral ofrece una licenciatura en Diseño y Producción Audiovisual.
La producción de cine es parte del campo laboral de la licenciatura en Comunicación Audiovisual de la Universidad Internacional SEK.
La licenciatura en Cine y Video de la USFQ también incluye la producción como uno de los campos ocupacionales.
Similares opciones se ofertan en la UDLA, Casa Grande, entre otras.