El apartamento en el que Philip Seymour Hoffman murió a causa de una sobredosis, en el barrio neoyorquino del West Village, vuelve a estar disponible en el mercado, y busca un inquilino que pague USD 10 500 diez al mes, informó hoy (27 de marzo de 2014) el New York Post.
En el cuarto piso del número 35 de la calle Bethune, en un edificio construido en 1880 y rehabilitado en 1984, se alquila un amplio apartamento no apto para aprensivos y muy atractivo para los morbosos, pues allí perdió la vida el ganador del Oscar por ‘Capote’ el pasado 2 de febrero.
Después de haber sido tomado por las autoridades hasta esclarecer las causas de su muerte y tras haber sido convenientemente desinfectado, el apartamento ha subido más de USD 500 respecto al alquiler que pagaba Hoffman, que era de USD 9 995 mensuales, según el rotativo.
Este loft, compuesto por dos habitaciones, dos baños y chimenea, con nueve ventanas al exterior, techos altos y suelos de roble, fue a donde el actor se trasladó después de que su pareja y madre de sus hijos, la diseñadora de vestuario Mimi O’Donnell, le pidiera que se alejara de la familia hasta que superara su adicción a la heroína.