En una casona del Centro Histórico de Cuenca se abrió este mes el Museo Francisco Paredes Herrera y está dedicado al pasillo. El inmueble patrimonial data de hace 150 años.
En el ingreso al museo se colocaron seis fotografías en blanco y negro del compositor cuencano Francisco Paredes Herrera, es conocido como el Beethoven ecuatoriano. Compuso 800 canciones en 42 ritmos como pasillos, pasacalles, pasodobles, sanjuanitos, polcas, danzantes, etc.
Son imágenes de su juventud. La primera sala se dedicó a la biografía del músico que nació un 8 de noviembre de 1891 y falleció el 1 de enero de 1952.
En la esquina de esa sala se ubicó una vitrina donde se expone la partitura original de la canción ‘El alma en los labios’. También se exhibe un cuaderno amarillento con letra manuscrita con los apuntes de Paredes.
Otro de los recuerdos que reposan en esta área es el nombramiento del músico como profesor del Colegio 9 de Octubre de Machala. En ese mismo espacio se cuenta como varios intelectuales ecuatorianos solicitaron al Gobierno se le conceda una beca para que realice sus estudios musicales en París, pero aquella iniciativa no prosperó.
Estos recuerdos fueron recopilados por la cuencana Ana Paredes Roldán, musicóloga que desde hace 20 años empezó a investigar sobre el compositor.
Paredes inició hace cuatro meses su proyecto de abrir un museo en honor al compositor ecuatoriano. Ella concursó en el Ministerio de Cultura y le entregaron USD 6 000 para la apertura.
En la sala dos del museo se relata a través de imágenes y documentos cómo en 1922 Paredes se conoce con José Domingo Feraud Guzmán, quien le lleva a trabajar a Guayaquil. A su llegada formó el Trío Guayaquil.
En un cancionero vetusto, del tamaño de un cuaderno con una pasta de color café, constan algunas de las melodías compuestas por Paredes. A pocos pasos se observa un listado de nombres que incluye a literatos y artistas como Medardo Ángel Silva, Remigio Romero, Hermanos Miño Naranjo, Julio Jaramillo, entre otros, quienes interpretaron sus composiciones o escribieron para él.
La sala de la Consagración es el área tres del museo. En este espacio están las letras de las canciones que compuso la parte musical Paredes. Entre los temas están Tú y yo, Playas del Adiós, Vamos Linda, Alma en los labios, etc.
La última sección del museo cuenta el fallecimiento de Paredes Herrera en 1952. Hay fotografías y notas de prensa sobre el sepelio que tuvo un gran acompañamiento en Guayaquil. También se registra que sus restos fueron traídos luego de 50 años de fallecido a su natal Cuenca. Fue en el 2002 y se levantó un busto en su honor en el Cementerio Patrimonial de la capital azuaya.