Las maletas de los seguidores de la Tri ya están listas. Poco a poco irán llegando los fanáticos del fútbol a Brasil. Pero fútbol no es lo único que verán, también un poco de fiesta y mucha samba. Con el espíritu brasileño en mente, hasta los que verán los partidos por TV se contagian de la fiesta. Qué mejor manera de encajar que aprender uno de los bailes brasileños más conocidos, empezando por el paso básico de la samba.
La samba brasileña se baila poco en el Ecuador. Para Marcia Teixeira, profesora de portugués y samba en el IBEC, el entusiasmo de quienes lo aprenden es lo que permite que siga creciendo.
Para aprender recomienda perder la vergüenza y empezar a seguir la rapidez de la música. Poco a poco se irán mejorando los pasos.
El paso básico se lo conoce como ‘sambinha’. A través de éste se puede bailar cualquier subgénero de la samba. Para dominar la ‘sambinha’ se debe poner el pie derecho atrás y el izquierdo adelante, luego alternarlos. Cada vez más rápido hasta conseguir un pequeño brinco con cada cambio de pie. Las rodillas deben permanecer ligeramente dobladas para lograr este salto. El peso de la cadera recae sobre la pierna que queda detrás.
Las mujeres realizan este movimiento recayendo sobre la punta del pie, mientras que el hombre hace fuerza en los talones. Los brazos, por su parte, hacen un ocho. Señalando la pierna que está por delante, con el brazo contrario.
Los dos ritmos que se bailan a continuación pertenecen a la samba y a la batucada (subgénero de la samba).
En general, la samba se baila igual –con el principio de la ‘sambinha’-. Cuando el ritmo cambia lo que se alteran son los tiempos sobre los que se mueven los pies. Que en su mayoría aumentan de velocidad.
La bazucada es un ritmo que -según Teixeira- se apega al lado juguetón de las personas. Se distingue y enseña más en las academias de baile por la rapidez con la que se mueven los pies.
Las canciones de samba suelen contar parte de la historia de Brasil, de la cultura y del lugar. Mientras que las canciones de batucada -en su mayoría- carecen de letras. Otros subgéneros como el pagode, son exposiciones musicales en las que las letras retratan la vida cotidiana de la gente.