Filas de fans que rodeaban manzanas para comprar un boleto, campamentos improvisados en la entrada del parque Bicentenario, operativos de tránsito y seguridad, comercio y turismo, detenidos por alteración del orden público y más de 35 000 fanáticos agolpados frente al escenario transformaron la cotidianidad de Quito durante la primera visita que hacía al país la banda de thrash metal estadounidense Metallica.
El 18 de marzo del 2014, los acordes de Ectasy of Gold, la legendaria pieza del italiano Ennio Morricone con la que Metallica acostumbra a abrir sus conciertos, sonaban por primera vez en directo en Ecuador. Dos años después, el parque Bicentenario volverá a ser el escenario de un nuevo concierto de la banda estadounidense, que luego de anunciar los destinos de su nueva gira por Latinoamérica, publicó un evento invitando a sus fans al concierto que ofrecerá en Quito, el próximo 29 de octubre de 2016.
Esta vez, la banda emprende una nueva gira para promocionar su nueva producción discográfica ‘Hardwired… To Self-Destruct’. Un álbum que aparece a ocho años de la publicación de su último álbum de estudio (‘Death Magnetic’, 2008), cuyo primer sencillo, Hardwired, ya se encuentra disponible en plataformas como Spotify.
En el 2014, Metallica emprendió la gira ‘By Request’, bajo una novedosa modalidad en la que los fans de cada país visitado tuvieron la oportunidad de escoger, mediante votación, el repertorio del concierto, que en el caso del Ecuador –segunda escala en la gira– estuvo conformado por temas como Master of Puppets, One, Fade to Black, Battery, And Justice For All, entre otros.
Después de la confirmación del concierto, miles de fans se agolparon a los puntos de venta para conseguir una entrada, cuyos precios oscilaron entre USD 60 y 225. El concierto atrajo a fans que viajaron a Quito desde provincias como Guayas, Azuay, Tungurahua, Loja, entre otras, lo que incrementó la ocupación hotelera de la ciudad en los días previos a la presentación, mientras la fiebre de Metallica alentó una diversidad de negocios, desde la venta de recuerdos hasta distintos tipos de comida en los alrededores del escenario.
Para recibir a la banda, un grupo de fans ecuatorianos trabajó en el diseño e instalación de una M gigante que se observaba sobre las faldas del Pichincha. No fue el único presente, pues la banda recibió camisetas de la selección ecuatoriana de fútbol, sombreros de paja toquilla y caricaturas de los miembros de la agrupación por parte del club de fans local.
El show, para el que se desplegó un contingente de 2 400 policías, se inició con la presentación de la banda ecuatoriana Mad Brain, seguidos por la banda internacional De la Tierra. Pero mientras unas 35 000 personas coreaban las canciones junto a la banda, en los exteriores del escenario un grupo de personas protagonizaban disturbios que terminaron con 44 personas detenidas y 10 agentes golpeados. Metallica cerró su primera visita a Quito con un show de dos horas de duración.