Una canción de alguna banda de K-Pop surcoreana como BTS, 2 AM o Girls encienden el ambiente en los exteriores de la Plataforma Gubernamental, norte de Quito. Jóvenes de diferentes sectores de la ciudad llegan a este sitio para poner en práctica sus mejores movimientos. El ritmo de sus ensayos se convierte en una explosión de energía y atrae las miradas de quienes transitan por el lugar.
Marjorie Jiménez, de 21 años y líder del grupo, se dejó atrapar por la música desde que estudiaba en el colegio. Pero su gusto por este género empezó en el 2010. Sin embargo, después de participar en otras agrupaciones, en marzo de este año fundó el grupo de baile Bykzen, junto a sus dos amigos María José Herrera y Alan Camalli.
En un inicio solo siete personas formaban parte de esta agrupación. Organizaron ‘castings’ para atraer a más jóvenes. Las invitaciones fueron promocionadas en las redes sociales y poco a poco se sumaron más chicos hasta conformar el grupo con los 12 integrantes que actualmente la conforman.
Para Marjorie, la variedad de ritmos que componen el K-pop le cautivaron al igual que las coreografías sincronizadas y los vestuarios extravagantes que utilizan sus ‘idols’ (así se refiere a sus artistas de K-pop), de los cuales empezó a imitar sus pasos.
Menciona que el K-Pop tiene este lado muy característico: bailarines y cantantes con coreografías muy sincronizadas al ritmo de este género surcoreano, que mezcla principalmente pop, hip hop, house y música electrónica. En los últimos 30 años, esta música y baile penetraron todos los mercados de entretenimiento mundial.
Esta agrupación, al igual que otras de jóvenes, se reúnen en la Plataforma Gubernamental en sus ratos libres. Cada uno tiene su espacio para practicar los pasos que se convierten en sincronizados bailes. La práctica juega un papel primordial en el proceso de aprendizaje de las coreografías, por ello Azrael Játiva a diario recurre a videos en redes sociales para perfeccionar sus movimientos.
Acompañados de un parlante, inician el ensayo. Las mujeres empiezan la coreografía, sus movimientos son más sensuales, luego ingresan los hombres con movimientos más rudos. Sus pasos suenan al contacto con el piso.
El arrebato de sus 12 integrantes se despliega en ritmos superacelerados que lo ejecutan en diversos cambios de formaciones, según la letra de canciones de origen asiático. Se nota la pasión y el sentimiento en cada paso.
Según la líder de Bykzen, la constancia en sus repasos y las ganas que pone cada integrante del grupo les permitió participar en el Festival de K-pop que se realizó en la Casa de la Cultura. Afirma que la competencia estuvo muy fuerte, se presentaron 25 agrupaciones que ya tenían sus años de experiencia en este baile, sin embargo “no fue impedimento para obtener el primer lugar en esta competencia, siendo nuevos”, menciona.
Esta victoria les motivó a seguir practicando. Cada fin de semana se reúnen en la plataforma desde las 10:00 hasta las 17:00. Su sueño es participar en el K- Pop World Festival que es la competencia que atrae a cientos de grupos, donde no solo se ganan premios en efectivo sino también el ser reconocidos a escala internacional.
Tendencias K-pop
Para estos jóvenes, el estilo en el K-pop es sumamente importante. Todos coinciden que el concepto se escoge según la coreografía, todos utilizan la misma vestimenta. Y han dado lugar a diversas tendencias que rompen con los roles de género y las estéticas tradicionalmente asociadas a lo femenino y lo masculino.
Según Yody Arcentales, la moda que ellos han adoptado está basada en sus artistas favoritos. Por ejemplo, en esta agrupación prima en su vestimenta el color blanco y negro. Entre los accesorios, las botas militares se han vuelto a poner de moda y hasta las chicas las combinan con vestidos o faldas a media pierna.
El peinado, los gestos, la manera de bailar, el maquillaje; todo debe salir prácticamente igual para que una performance sea bien aceptada. Es todo un desafío recrearlas, pero a la vez “nos impulsa a seguir aprendiendo y sacando lo mejor de nosotros”, destacó Azrael Játiva, bailarín de Bykzen.
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