Como un pretexto para recordar la historia de la fundación de Quito sirvió la decimatercera edición del ritual urbano de resistencia denominado ‘Rockmiñawi’.
El Festival se desarrolló ayer, en la plaza 24 de Mayo, y convocó a decenas de jóvenes de diferentes culturas urbanas de la capital.
Por la tradicional plaza, ubicada en el centro de la ciudad, desfilaron seguidores del pop, punk, pero sobre todo del rock.
Todos ellos se unieron para criticar la formar en la que los españoles colonizaron América del Sur. “Nos chuparon la sangre en nuestra propia tierra. Solo Dios sabe si tenían permiso para hacerlo”, recitó una de las organizadoras, que parada sobre una tarima negra, dio la bienvenida a los jóvenes.
Al lugar, la mayoría de los visitantes llegó en buses, taxis, autos particulares y bicicletas. Otros, en cambio, prefirieron caminar hasta la plazoleta, que lucía descuidada, a causa de la falta de servicios higiénicos públicos.
Después de la bienvenida, los jóvenes se sentaron en el suelo para disfrutar del festival que tuvo por objetivo principal rendir un homenaje al indígena Rumiñahui, considerado por el colectivo, como el héroe que puso resistencia a la colonización.
El espectáculo se inició con la presentación de la agrupación Danzantes del sol, que deleitaron al público con una corto coreografía. Los bailarines aparecieron en el centro de la plaza vistiendo trajes llamativos, mientras que en su cabeza se colocaron una especie de montura con espejos.
Los espectadores disfrutaron la presentación de los danzates, retribuyendo su talento con una ola de aplausos. Las más entusiastas fueron las madres que acudieron en compañía de sus hijos.
Previo a la realización de la decimatercera edición del Rockmiñawi, los promotores organizaron charlas y conferencias con los integrantes de las culturas urbanas, en donde resaltaron la labor que hizo Rumiñahui, hace 476 años.
En esas intervenciones participaron historiadores, sociólogos, doctores, productores y músicos. Las charlas se desarrollaron el 1 de diciembre en el auditorio Pedro Jorge Vera de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador.
Mientras tanto, ayer, después de la presentación de los Danzantes del Sol, saltaron al escenario bandas de música que animaron a un público que los ovacionaron. “Estos son los espacios que nos permiten analizar la situación de nuestro país. Si no es tan sencillo olvidarse de la historia”, señaló Paúl García, un amante del rock.
Después de cada presentación, los organizadores aparecían en el escenario para, con frases escritas en papeles, “refrescar la memoria colectiva, que en ocasiones en tan frágil que se olvida de situaciones claves de la historia”.
Entre los grupos que cantaron al público que empezó a llegar a la plaza desde las 09:30, estuvieron Basca, No Token, Alma Rasta, Amazon, Mortal Decisión, Smog al día y Muskaria.
Todos esos grupos pusieron a cantar y bailar a los espectadores. Sin embargo, Amazon se llevó la mayoría de aplausos. El vocalista del grupo apareció en el escenario con una máscara de color morada que ocultaba su rostro.
Eso gustó al público que lo recibió con el dedo índice y meñique en alto. “Habrá rock en Ecuador por mucho tiempo. Tenemos representantes de lujo. Nunca dejes de sonar Amazon”, gritó Carla Mieles, oriunda de Manabí.
La joven de 26 años llegó al escenario en compañía de su hermana Mariela y de su sobrina Kenia. Ellas disfrutan del rock, pero no se consideran roqueras, pues también gustan de otro tipo de géneros musicales como el pop.
Por esa razón decidieron asistir al festival vestidas con ropa de color, no de negro, como lució la mayoría de jóvenes. “Tú decides como vestirte. Asistir a estos festivales no significa que debemos hacer lo que otros hacen. No somos borregos y es precisamente lo que promueve Rockmiñawi”.
El espectáculo tenía previsto terminarse a las 18:00, con una presentación de danza.