Más de 2 600 personas se reunieron el sábado 21 de abril de 2018, en el Parque de las Diversidades, en el sur de Quito, para el concierto conmemorativo por los 10 años de la tragedia de Factory. En el 2008, 19 personas murieron en ese lugar, producto de un incendio que, luego de 10 años, continúa produciendo reflexiones sobre las condiciones del movimiento rockero en el país.
“Me he caído del cielo, para esta noche estar contigo. He atravesado el umbral, del tiempo para amarte, para poseerte, para transformarte”. Con la letra de esa canción (El ángel de la lujuria) la banda mexicana Luzbel, invitada internacional de la jornada musical, inició su repertorio en el concierto, en medio de los gritos de los asistentes, que esperaron su presentación hasta el final del evento.
Durante casi dos horas, los mexicanos compartieron con el público temas como Pasaporte al infierno, La gran ciudad, El tiempo de odio, Hijos del metal y Guerrero verde, entre otros, que activaron la adrenalina de cientos de rockeros que se dieron cita en la capital.
La banda mexicana Luzbel, invitada internacional de la jornada musical, inició su repertorio en el concierto por los 10 años de la tragedia de Factory. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Entre el público se encontraba Carolina Caicedo. Para ella, el encuentro, visto como conmemoración de lo sucedido hace 10 años, constituye un tema social pero también una oportunidad de convivencia de la comunidad rockera del país.
Asegura que “dentro de esta subcultura hay mucha división” y estos espacios permiten que convivan los seguidores de géneros como el gótico, el death metal y el heavy metal, que fueron parte del cartel del concierto, caracterizado por la diversidad.
La banda mexicana Luzbel, invitada internacional de la jornada musical, inició su repertorio en el concierto por los 10 años de la tragedia de Factory. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
“Primero nosotros debemos unificarnos como subcultura y no enfrentarnos por demostrar quién es más extremo. Luego hay que pasar a la sociedad, para que no hayan esos clásicos estigmas sobre el rock, por los que nos cierran los espacios”.
Con esta postura coincide Marcelo Negrete, coproductor del concierto. Él considera que, a 10 años de una tragedia que activó la lucha de los colectivos rockeros, sus condiciones no han cambiado y aún conviven en una sociedad con prejuicios.
En medio de estas posturas, pasadas las 18:00, la banda internacional del concierto no paraba de expresar su alegría por estar en Ecuador. Lo hacía a través de su música y de una constante interacción con el público, que coreaba sus canciones de principio a fin.
A esa hora seguía llegando la gente al Parque de las Diversidades, donde se veían niños jugando en los alrededores y otros cantando los temas de Luzbel, junto a sus padres, en medio del público.
La banda mexicana Luzbel, invitada internacional de la jornada musical, inició su repertorio en el concierto por los 10 años de la tragedia de Factory. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Ana Cumbal, por ejemplo, asistió con su hijo. Ella comenta que el pequeño tiene una preferencia especial por el rock y que el evento es una oportunidad para compartir sanamente en familia y para apreciar en vivo a una de sus bandas favoritas.
Entre el público también estaba Dani Guarderas, miembro del colectivo Pulmón Negro Distro. Este rockero conoce a Luzbel desde hace 15 años y considera que en Ecuador aún no hay suficiente espacio para el movimiento rockero. “Hay mucha represión y es caro producir un concierto”.
La banda mexicana Luzbel, invitada internacional de la jornada musical, inició su repertorio en el concierto por los 10 años de la tragedia de Factory. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
A las 19:00, Mike Glez, vocalista de la banda, vestía la camiseta del Ecuador, encima de su atuendo negro. “Chido estar en Ecuador”, “gracias porque son nuestros padrinos en Latinoamérica”, decía en medio de aplausos del público.
Pasada esa hora, el mismo Glez anunciaba que se acercaba el final de su presentación. El público gritaba como negativa y pedía más rock. El cantante le concedió ese gusto a Ecuador.
Las presentaciones musicales se dieron desde las 10:00, con las bandas nacionales Coraje, Mash–Mak, Procesión Metal Ecuador, Sephellium, Hempírica, Chernobyl Ecuador, Soul Steel, Delicado Sonido del Trueno y Anima Tenebrae.