Jon Bon Jovi, el líder de Bon Jovi, se ríe con una pícara culpa cuando le preguntan por qué tuvieron que pasar 17 años para que la banda volviera a Latinoamérica. Ahora, en plena promoción de su último disco ‘The circle’ y de un próximo compilado de grandes éxitos, admite que llegó el tiempo de pagar.Instalado -sentado y recostado- en un sofá de la terraza del penthouse del Gran Soho Hotel, se disculpa. Y lo hace con brutal honestidad: “Si no fuimos antes fue por razones económicas, por la realidad de la región”.
Pero, sigue el cantante, estos han sido años muy prolíficos. Hemos recorrido casi todo el mundo, hicimos cinco álbumes en una década, formamos familia y estamos listos para subir el promedio de nuestras giras de 100 conciertos a 140 para poder estar allá.
A Chile llegarán el 1 de octubre, reabriendo el Estadio Nacional para este tipo de show. Será el reinicio de una gira millonaria, tras el cierre de su etapa norteamericana el 31 de julio y unas vacaciones de dos meses, que han tenido al músico de 48 años en su casa de playa disfrutando de sus cuatro hijos y, más seguido de lo que quisiera, viajando a Disneylandia con el menor, Romeo, de 6 años.
Jon Bon Jovi, voz de la banda que en 1990 y 1993 agitó sus largas melenas, ya maduró. Y muestra al mundo cuál es su prioridad: de su cuello cuelgan cuatro medallas en forma de corazón con los nombres de Stephanie, Jesse, Jacob y Romeo. “¿Sabes? Ya no somos víctimas de nuestro éxito. En los 90 dijimos ‘¡basta!’, tomamos el control y nos dimos cuenta de que no teníamos que desgastarnos. En nuestra juventud íbamos a todos lados, todo el tiempo. Y eso nos afectó. Entonces, si no nos divertíamos, el público tampoco iba a hacerlo”, explica.
¿En ‘The Circle’ hay un claro regreso a los sonidos del inicio, ¿es una promesa de fidelidad a los fans?
Sí, pero no es sólo eso. Siempre hay sonidos nuevos. Aunque les debemos mucho a nuestros fans, que tienen hijos que también son fans, y eso es salvaje. La música atraviesa generaciones. ¡Y fronteras! Tú vienes desde Chile a hablar con un músico de New Jersey. Eso es un milagro. Es el milagro de la música. Ni siquiera importa que la lengua no sea la misma.
¿Cómo toman que los sigan identificando como parte del ‘hair rock’?
Es decepcionante que nos sigan viendo como roqueros de pelo largo, porque quiere decir que no se han dado el trabajo de mirar lo que realmente hemos hecho. Y cuando eso viene de periodistas, es flojera. Lo hacen sólo por poner un titular o por vender un libro. Se quedaron en los 80.
¿Y qué le pareció el libro ‘Sexo, drogas y Bon Jovi’, donde hay fotos suyas en la cama con cuatro chicas?
Eso fue triste. Que alguien que trabajó con nosotros, después de tantos años, reviva, por dinero, fotos de una sesión hecha para la revista Playboy. ¡Pero si aparezco apuntando a la cámara! Y nunca he estado con cuatro mujeres. En esa época tal vez me hubiera encantado (ríe). Pero no, no fue real.