El terror acecha en ‘Un lugar en silencio 2’

El encuentro entre humanos y criaturas es tan inesperado, mortífero y aterrador como el que ocurre en ‘Guerra de los mundos’ (2005). Foto: IMDB.com
El impacto que causaron las feroces criaturas que cazaban humanos guiándose por el más leve susurro bastó para dejar al público pegado y callado en las butacas cuando se estrenó ‘Un lugar en el silencio’, en el 2018.
Recuperados del susto, siempre quedó la duda sobre qué eran y de dónde venían aquellas temibles criaturas. Bueno, la respuesta llega en la escena que da inicio a la secuela de esta cinta de terror postapocalíptico, dirigida por John Krasinski.
El encuentro entre humanos y criaturas es tan inesperado, mortífero y aterrador como el que ocurre en ‘Guerra de los mundos’ (2005). Tras ese arranque visualmente impactante, ‘Un lugar en el silencio 2’ sigue los fatales acontecimientos de su predecesora junto a los cuatro sobrevivientes de la familia Abbot, confinados en un escondite lejos de la ciudad y luchando en silencio por sobrevivir.
Ahora que saben que la señal que emite el aparato de audición de la joven sordomuda Regan (Millicent Simmonds) es capaz de neutralizar el ataque de los monstruos, la familia debe decidir si quedarse en su improvisado refugio con pocas provisiones o salir en busca de otros sobrevivientes y compartir un hallazgo que podría salvar muchas vidas.
El riesgo es alto para una madre (Emily Blunt) y sus tres hijos, pero el instinto los lleva a emprender un viaje que se vuelve tenso desde el primer momento. La cinta repite la premisa de la primera película y la supervivencia de los protagonistas dependerá del sigilo que puedan mantener para llegar a su destino. Sin embargo, se introducen nuevas variantes para renovar el interés del espectador.
El viaje en sí mismo hace que el universo de esta ficción se expanda y en el camino se encuentran con otros personajes. Uno de ellos es Emmet (Cillian Murphy), otro sobreviviente atormentado por las secuelas de la devastación y que pondrá a los Abbot a pensar si realmente vale la pena confiar y salvar a otras personas.
Una vez más, Krasinski demuestra su habilidad para darle forma al suspenso. Una cámara que se contiene o se agita según el estado de los personajes, un diseño de sonido donde la música es tan importante como el silencio, efectos visuales bien acoplados y actores que se dejan envolver por la situación y que además luchan con sus propios conflictos internos hacen que la experiencia sea emocional e inmersiva.
Para elevar la tensión, la historia se ramifica llevando a Evelyn (Blunt) a arriesgar su vida por un tanque de oxígeno, a Marcus (Noah Jupe) a probar su valor, a Regan (Simmonds) a superar el duelo y seguir el camino que habría tomado su padre muerto y al nuevo Emmet a enfrentar su propio destino y resolverlo.
La tensión crece por todos los frentes, hasta llegar a un punto en el que la vida en el planeta parece que dependerá de un nuevo sacrificio personal, que deja abierta la puerta para una posible nueva historia y al espectador, conforme.