Como un lugar de reencuentro, de libertad y de experimentación. Así está concebida la XVI edición del Festival Ecuador Jazz 2021, que arrancará mañana con la presentación de Rarefacción y Pitekus.
En 2004, Daniel Mancero (piano), Toño Cepeda (bajo) y Andrés Benavides (batería), tres amigos de toda la vida, se unieron para formar Rarefacción, un trío que en poco tiempo se convirtió en uno de los referentes del jazz local.
Su repertorio musical se popularizó gracias a su talento musical y a su capacidad de improvisación a través de sonidos tan diversos como el del jazz clásico, la música nacional, el rock o el pop, un género que exploraron con fuerza en sus primeros conciertos.
Después de varios años de acumular éxitos y reconocimientos internacionales -en 2008 fueron invitados al Festival Mundial de la Canción que se celebró en Cuba-, se separaron. Mancero partió rumbo a Francia, Cepeda se radicó en Guayaquil y Benavides se quedó en Quito. Cada uno, desde su trinchera, se mantuvo trabajando en distintos proyectos musicales.
Hace unos días, los tres músicos volvieron a reunirse en Quito y decidieron viajar al campo y desde allí preparar la presentación que tendrán mañana, en el Teatro Nacional Sucre. Benavides cuenta que este tiempo les ha servido para reconectarse como seres humanos, para escucharse y experimentar con nuevas sonoridades.“Nuestra música es un poco una conversación entre tres amigos del alma. Para nosotros la música que hacemos es consecuencia de esa cercanía que tenemos desde siempre”.
Antes de la presentación de este trío subirá al escenario Pitekus, un proyecto sonoro de Fidel Minda. La gala de este músico ecuatoriano estará marcada por la presentación de ‘Inmersión’, su primer álbum de estudio.
Se escucharán seis canciones con influencias del jazz moderno, la música afroesmeraldeña y el uso de compases irregulares de composiciones de países como India y Turquía.
Minda cuenta que su concierto tendrá dos momentos. En uno de ellos tocará en compañía de Daniel Pacheco (piano), Matías Alvear (bajo), Mariela Espinosa (voz) y Julián Velasco (vibráfono, marimba y percusión). Asimismo, habrá pequeños momentos de la gala en la que experimentará con recursos sonoros como el beat box, producción de ritmos, compases y sonidos musicales generados con la boca y la percusión corporal (‘body music’), que son grabados por la ‘loop station’, una máquina que le permite capturar sonidos en tiempo real.
Estas presentaciones serán el abrebocas de un festival que se extenderá hasta el 26 de septiembre y que también tendrá conciertos en el Teatro Variedades Ernesto Albán.
En la cartelera de este año también están Pies en la Tierra y la Banda Sinfónica Metropolitana de Quito, que se presentará junto a Alexandra Cabanilla y Amalia Trinidad.
El world music, el rock y el eclecticismo estarán representados por músicos como Joanne Vance, David Rivera, Vío Trío + 2 Tíos, The Claudia Martínez Jazz Project, Kevin Santos Band, Pichirilo Radioactivo y 3Vol. Las propuestas emergentes llegarán con Roisel Suárez Quartet, Catpot, Sumo Semblante, Silfo Sidéreo, Faour-Franji Dúo, De Raíz y Pacheco.
Para Fabiola Pazmiño, directora de producción de la Fundación Teatro Sucre, este es uno de los encuentros musicales más emblemáticos de la ciudad. “Es un festival arriesgado -dice- porque el cartel suele proponer proyectos sonoros que la gente no conoce, pero que cuando los escucha queda encantada”.
Como es habitual, el festival también ofrecerá actividades complementarias como jam sessions, clases magistrales y conversaciones, que se realizarán en el Teatro Nacional Sucre y en diferentes centros culturales de Quito.