Gustavo Moscoso lanzó su primera colección en el 2001 y fundó la marca ‘Gustavo Moscoso’ en el 2005. Tiene una boutique en el casco histórico de Cuenca. Modelo: David Manzoh / Agencia Klasse. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO
Recorrer los pasillos de tiendas departamentales ya no es una experiencia tan alejada de la realidad del Ecuador, como solía ser hace una década. Los productos provenientes de puntos de moda extranjeros están siendo reemplazados por colecciones de diseñadores ecuatorianos.
María Paula Alarcón, diseñadora de Acqua –marca que produce ropa de baño–, cuenta que la gente se sorprende de que los productos de la empresa sean diseñados y fabricados en el Ecuador, pues la calidad y la innovación se mantienen al día con las últimas tendencias de las pasarelas internacionales.
Hace seis años, Acqua empezó a expandir su mercado cuando recibieron un pedido de Etafashion. Después llegaría el interés de De Prati y en los últimos años se sumaron clientes como Marathon, Fybeca y Bebemundo.
Del mismo modo, la diseñadora Carolina Lalama inició una alianza con De Prati hace un año y con Etafashion hace un par de meses. Lalama explica que este fenómeno es nuevo y que se da por la coyuntura de que en los últimos años se han facilitado los procesos de producción en el Ecuador –al tiempo que se han limitado las importaciones– y porque cada vez hay más diseñadores con experiencia en el país.
Manifiesta que para las cadenas es bueno crear alianzas, ya que tener diseñadores exclusivos les da categoría. Esta dinámica ya se ha probado en tiendas en el extranjero, como en Target de EE.UU., El Éxito de Colombia o Falabela de Chile. Las marcas de los diseñadores también son beneficiadas, pues llegan a más personas a través de estas tiendas.
En el caso del diseñador Gustavo Moscoso, tuvo el acercamiento con la Corporación La Favorita hace cuatro años, en el desfile Cancún Moda Nextel. El día en que Alessandra Ambrosio, modelo de Victoria’s Secret, desfiló sus diseños, también llegó la oferta de crear una marca con mayor espectro que GM, la cual tiene un público exclusivo.
Así nació GM757, con colecciones para hombres. GM Kids, GM Class –para adolescentes-y GM Woman llegaron después del éxito de la primera propuesta. Su línea de fragancias es el único producto que no es fabricado 100% en el Ecuador, pues las esencias son hechas en el extranjero. La última innovación de GM es el lanzamiento de una línea de ropa deportiva, con tecnología Be Cool.
Moscoso quiere imponer una moda que resalte el cuerpo masculino. “El corte ‘fit’ es parte de la identidad de la marca”, afirma. Asimismo, Acqua y Lalama se reinventan constantemente en las creaciones que presentan cada temporada.
En el caso de la marca de trajes de baño, lanzan tres colecciones al año en cada una de las tiendas en las que comercializan sus productos, mientras que Lalama ha tenido éxito con la línea de botines en las cadenas, aunque en su tienda tiene gran variedad de zapatos y accesorios que son realizados a mano por artesanos calificados.
Los tres diseñadores trabajan creaciones exclusivas para cada tienda, con el fin de adaptar los productos a los objetivos de los establecimientos y para no crear competencia. Uno de los retos es pasar de un mercado pequeño con gran capacidad adquisitiva a uno más grande, para el que hay que producir con límites de precios. Sin embargo, esto se soluciona con la creatividad y con la investigación de materias primas alternativas que sean menos costosas.
Otras diseñadoras ecuatorianas que están imponiendo sus estilos en tiendas departamentales son Rossana Queirolo, con la marca Blash, y Adriana Cobo, con la colección casual ACD.