ENTREVISTA
Deborah Hines/ Representante en Ecuador del PMA de la ONU
Hace 15 días, la FAO publicó un informe de la cantidad de alimentos que se desperdicia a escala mundial y dijo que cada persona bota 300 kg de comida al año.
¿Cómo se podría aprovechar al máximo los alimentos que disponemos?
La idea es comprar lo que se pueda comer en una semana. También se debe mejorar la producción con alimentos nutritivos y sanos y bajar el gasto de alimentos. En nuestras capacitaciones este es un tema importante y lo difundimos con mucha frecuencia entre las personas.
¿En esas capacitaciones se enseña cómo administrar los alimentos que se tiene en el refrigerador? Le pregunto esto porque los especialistas dicen que una de las causas del desperdicio es no planificar las compras.
El problema es que mucha gente no tiene refrigeradora. Lo que se debe hacer es comprar lo que se puede consumir en uno o dos días y después ir otra vez al supermercado. Pero eso no es fácil, porque implica un costo de transporte para la gente.
En Ecuador se trabaja el tema del semáforo nutricional. Las autoridades han fijado esto para reducir el consumo de las grasas, azúcar y sal ¿Cómo ve este proceso?
Es muy importante porque el conocimiento ayuda a cambiar los hábitos y eso es lo que queremos hacer en nuestro programa. La idea es mejorar el consumo. Sin el conocimiento es muy difícil cambiar los hábitos.
También se hace alusión a que los productos deben especificar si tienen transgénicos. ¿Este tipo de políticas ayudan de cierta manera a mejorar la alimentación?
Lo que queremos promover es la producción y consumo locales. Queremos promover los patrones de consumo y producción sostenible.
Ahora mismo, en Quito usted participa en un evento del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para analizar la asistencia mundial en este tema. ¿Cómo lograrlo?
En el caso de Ecuador trabajamos con personas de recursos bajos, entregamos una tarjeta electrónicas en las poblaciones de la frontera norte. Estas tarjetas sirven para que las personas puedan comprar alimentos de primera necesidad y eso cubre el PMA.
¿Qué resultados ha dado este tipo de programas?
Nuestros resultados muestran que sí queremos lograr un objetivo nutricional como por ejemplo diversificar la dieta o promover un mejor estatus nutricional.
A más de la alimentación, ¿qué incluyen estas transferencias?
Se trata de una forma de dar un beneficio a una persona. Por ejemplo, en Ecuador, el Bono de Desarrollo Humano es una transferencia en efectivo para lograr un objetivo. En este caso es mejorar y diversifica la dieta.
¿Cómo lograr que se diversifique esa dieta?
Tenemos un cupón o una tarjeta electrónica, y el beneficiario puede ir a un supermercado y comprar alimentos. Pero la condición es que esos productos sean nutritivos. Esto implica que no puede comprar solo azúcar, aceite y galletas, sino también frutas, verduras, proteínas y lácteos.
¿Cuáles son los pasos y las condiciones que una persona debe tener para recibir estos beneficios?
El PMA tiene un mandato de asistencia humanitaria. Entonces, en nuestro programa nos focalizamos en personas que tengan alta vulnerabilidad en términos de seguridad alimentaria y nutricional. Una vez identificados se les entrega la tarjeta electrónica.
Para que pueda operar, ¿hay que renovar esta tarjeta electrónica?
Sí, cada mes. La gente puede gastar el valor de la transferencia. Pueden gastar USD 20 al mes por persona.
En medio de esto, ¿qué evaluación se ha hecho de la nutrición en Ecuador?
Según la última encuesta del Ministerio de Salud hay una prevalencia de desnutrición crónica alta. 25% en niños menores de 5 años y la prevalencia de anemia también es alta. La meta es reducir la desnutrición crónica en niños menores de 2 años.
Hoja de vida. Es representante en Ecuador del Programa Mundial de Alimentos. Lleva al menos tres años en Ecuador. Considera que es fundamental trabajar en conjunto y apoyar al Gobierno.