Miles de personas están haciendo caso omiso al confinamiento en el país asiático de Bangladés para ver a Rani, una vaca de 51 centímetros de altura.
El bovino, de 23 meses, se convirtió en toda una estrella después de que decenas de periódicos y medios televisivos centraran su atención en él. Asimismo, la difusión de sus fotos en redes sociales provocó un frenesí turístico.
Bangladés ha registrado más de 977 000 casos y 15 000 muertes por covid-19, lo que ocasionó la suspensión del transporte público en todo el país como parte de las restricciones.
No obstante, la gente acude en ‘rickshaws’, los vehículos típicos de la región, para llegar a la granja de Charigram, ubicada a 30 kilómetros al suroeste de Daca, capital del país, solo para conocer y tomarle una foto al animal.
Sus propietarios afirman que es 10 centímetros más baja que la vaca más pequeña que figura en el libro de los Guinness Récords. Siendo así, podría convertirse en la más pequeña del mundo, por lo que actualmente sus dueños adelantan los trámites para recibir el título por parte de la organización.
Cuando llegan visitantes al lugar, M.A. Hasan Howlader, gerente de la granja, usa un metro para probarles que Rani es más pequeña que Manikyam, la vaca de India que actualmente ostenta el récord con 61 centímetros de altura.
Es tal el atractivo de Rani que “más de 15 000 personas han venido a verla solo en los últimos tres días”, precisó el hombre. De hecho, las otras vacas de la granja duplican su tamaño.
Según Sajedul Islam, veterinario del gobierno para la región, la altura de Rani se debe a la consanguinidad y es poco probable que crezca.