El Museo Minero recupera la historia de Portovelo

Un grupo de mineros junto a la bocamina durante la hora de almuerzo. La imagen será parte de la exposición ‘Para verte mejor’. Foto: Cortesía de Yojan Aguilera
Mañana, martes 18 de mayo del 2021, el Museo Minero de Portovelo abrirá sus puertas al público. La primera muestra que acogerá este espacio es la exposición ‘Para verte mejor’, una serie de 27 fotografías en blanco y negro que cuentan la historia de este cantón de la provincia de El Oro, durante la primera mitad del siglo XX.
El museo está ubicado en una zona histórica de Portovelo. Contiguo a La Tienda y La Bodega, dos edificaciones que pertenecieron al antiguo Campamento Minero manejado por la South American Development Company (SADCo) y que actualmente son bienes patrimoniales de la ciudad.
El complejo minero-industrial que construyó la SADCo en Portovelo convirtió a esta ciudad en una de las más modernas y globales de inicios del siglo XX en Ecuador. Hasta sus alrededores no solo llegaban estadounidenses, sino rusos, chinos, alemanes, húngaros, españoles, italianos, franceses y latinoamericanos de todas partes.
La memoria de la modernidad que se vivió por esos años aparece en la serie de fotografías seleccionadas para esta muestra. Entre esas imágenes está la del Hospital Curipamba, y la del interior de la ‘Fonda’, que era como se conocía al comedor de los trabajadores del campamento.
Asimismo, está una fotografía del primer mercado del Campamento Minero; de la ‘Pampa de aterrizaje’, una pista para avionetas que estaba ubicada a la orilla del río Wichi Wichi; de dos equipos de béisbol del Campamento; y de la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos.
El escritor Roy Sigüenza ha sido una de las personas que ha trabajado como gestor cultural para impulsar la apertura de este museo. Él cuenta que la historia de Portovelo se entiende a partir de la minería y que por eso era importante que las nuevas generaciones tengan un espacio en el que se puedan reencontrar con su pasado.
La historia de la que habla este escritor ecuatoriano incluye el impulso del capitalismo en la zona, a través de la industria y también de espacios de encuentro social, como la sala de cine-teatro, o las canchas deportivas donde se jugaba tenis, fútbol americano, básquet soccer y críquet.
Del otro lado están las fotografías en las que aparecen los trabajadores de las minas. En una de las imágenes más icónicas de la exhibición aparece un grupo de mineros en la bocamina, durante la hora del almuerzo, el mismo que era trasladado en portaviandas por niños ‘mandaderos’.
Varias de las imágenes dialogan con una serie de instalaciones de objetos de la época, entre ellos instrumentos médicos que fueron usados en el Hospital Curipamba y los platos, tazas y cucharas que se utilizaron en los comedores de los trabajadores que comían en la ‘Fonda’.
A las 27 fotografías se suma una acuarela de la Virgen del Consuelo, que durante años estuvo en un altar improvisado sobre la bocamina de la mina grande en Portovelo.
Por afuera, la estructura del museo replica a los polvorines que existían en la época del Campamento Americano. Asimismo, en la parte de arriba tiene empotrada una réplica de ‘El Castillo’, la torre de hierro y concreto de alrededor de 40 metros de altura, que estuvo ubicada en el ingreso del ‘Pique Americano’.
Esta torre, que fue inaugurada en 1910, servía de soporte para ‘el balde’, una especie de ascensor que se desplazaba 350 metros bajo tierra, transportando mineros, mulas, herramientas y otros útiles que se usaban en la mina.
Con la apertura del Museo Minero de Portovelo suman cuatro los repositorios de la memoria que existen en El Oro. Según el Directorio de la Red Ecuatoriana de Museos, en esta provincia funcionan el Museo Arqueológico y Paleontológico de la CCE, el Museo Mineralógico Magner Turner y el Museo Municipal de Zaruma.
Sigüenza espera que a mediano plazo la existencia de este museo permita generar políticas municipales para la recuperación de todos los bienes patrimoniales tangibles e intangibles que existen en la ciudad y que necesitan ser visibilizados y difundidos. “Queremos que este museo -añade- también sirva para educar y formar a las nuevas generaciones sobre la historia local”.