El maestro Álvaro Manzano, referente de la música sinfónica y académica en el país, falleció la mañana de este 19 de febrero del 2022. La noticia se conoció a través de las redes sociales de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE).
Para el músico Boris Cepeda, el legado más importante que deja Manzano es haber posicionado a la OSNE como una de las instituciones musicales de Ecuador, a través de su trabajo como director artístico y musical. “Se convirtió -dice- en un ejemplo para las nuevas generaciones de músicos y directores de orquesta”.
Por su parte, Ricardo Monteros, rector del Conservatorio Superior Nacional, sostiene que entre los aportes que deja Manzano está la búsqueda de la excelencia musical y haberle dado el sitial que merece la música ecuatoriana, sobre todo en el formato sinfónico. Asimismo, destaca su cercanía con los compositores ecuatorianos y su lucha para que la cultura tenga “el lugar que se merece” en la sociedad.
David Handel, actual director artístico de la OSNE, expresa que se trata de una muy triste noticia. Él conoció al maestro en el ámbito profesional desde hace dos décadas. “He mantenido un aprecio profundo por su nivel cultural, artístico y humanitario. Lo apreció mucho como artista y un luchador dentro de la cultura artística americana y universal”.
Asimismo, cuenta que en marzo del año pasado de manera oficial y simbólica le entregó la batuta como sucesor en la dirección artística de la OSNE. “Desde entonces siempre nos hemos mantenido en contacto ayudándome con cualquier inquietud sobre la institución”.
Para Dante Anzolini, director artístico de la Sinfónica de Guayaquil, Manzano era dueño de una trayectoria digna de respeto y admiración. “Que un señor haya salido de un pueblo relativamente pequeño y haya estudiado como lo hizo y luego realizar una labor tan impresionante por su país merece el máximo de los honores. Ha sido un referente para todo el país desde hace muchos años”.
Su vida a la música
Álvaro Manzano nació en Ambato en 1955. Dedicó toda su vida a la música. Fue director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE), institución musical de la que estuvo al frente desde 1985 en diferentes períodos.
Su talento y empeño lo llevaron a obtener un título como Máster en Bellas Artes, especializado en Dirección de Orquesta Sinfónica y Ópera. Título que obtuvo con honores en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú.
Dirigió más de 1 000 conciertos a lo largo de sus 36 años de trayectoria artística. Estuvo al frente de orquestas sinfónicas y de ópera en Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Islandia, Rusia y otros países. En ese recorrido recibió múltiples reconocimientos nacionales e internacionales. Uno de los últimos fue el Premio Nacional Eugenio Espejo, en 2020.