Un día antes de su primera presentación en la ciudad, la vista sin igual del Centro Histórico de Quito, desde El Placer, acompaña el ensayo de los 11 miembros de la Compañía Kafig, que llegó desde Brasil para mostrar lo mejor del baile de la calle en el escenario.
Un no iniciado en el universo dancístico podría decir que ‘Agwa Correria’, el espectáculo que se presenta hoy y mañana en el Teatro Nacional Sucre, es una especie de hip hop de salón… Sin embargo esa sutileza y la limpieza de movimientos que caracterizan a este espectáculo coreográfico no le restan la fuerza de las emociones urbanas, que son el verdadero motor de este baile.
Los integrantes de Kafig se mueven confiados por la sala principal de Yaku, el Museo del Agua, donde anoche hicieron una presentación privada (a cargo de la Embajada de Brasil). Lo primero que hacen es contemplar el paisaje, luego se adueñan de diferentes espacios, en el piso o sobre la tarima para estirarse y empezar a despertar brazos y piernas, que estarán en permanente movimiento durante la siguiente hora.
Todos parecen apenas estar saliendo de la adolescencia, pero no. Quizá sean las camisetas y ‘ shorts’ holgados y los zapatos deportivos enormes -casi todos blancos- que usan lo que les da ese aire juvenil, algo callejero. Pero todos están en los 20: el menor tiene 23 y el mayor 29. Y todos han llegado a convertirse en bailarines profesionales; algo no muy previsible si se toma en cuenta que han salido de las violentas favelas de Río de Janeiro. Uno de ellos es Claiton Oliveira, quien es originario de Ciudad de Dios, la favela que el director brasileño Fernando Meirelles retrató en su película homónima.
Diego Goncalves es otro, él tiene 27, y es el coordinador artístico de la Compañía, es decir que es la mano derecha de Mourad Merzouki, el coreógrafo francés que creó y dirige Kafig. Merzouki no vino a Quito, por eso Diego está al mando, apoyado por Astrid Takche de Toledo, quien se encargada de la logística y los ensayos; es la única mujer del grupo.
Ver a Diego interactuar con el grupo es interesante; no solo es uno de los que mejor puesta en escena muestra, sino que está dispuesto a escuchar todo el tiempo: “La dinámica en este grupo es interesante, todo es muy democrático y todos hablamos, porque todos estamos muy involucrados en el proceso de creación”. Es cierto, a veces parecería que hablan más de lo que bailan (y se mueven despacio, porque la altitud les afecta). De hecho, los conceptos son de Merzouki y las coreografías de los bailarines; son ellos quienes generan los movimientos a partir de las ideas del director.
Así pasó con ‘Agwa’, que cuenta Diego que nació casi casualmente: “Cuando Mourad nos vio en Lyon (Francia) se dio cuenta de que sudábamos mucho y estábamos todo el tiempo tomando agua en los camerinos y se le ocurrió hacer de eso un tema para bailar”. En esta pieza (que es una de las que presenta acá), incluso el sudor corporal juega con esta idea del agua como tema central. ‘Correria’ -cuenta Diego- surgió, igualmente, de la observación detenida del ritmo frenético que se imponían en los ensayos.
Ambas piezas buscan, y logran, un fuerte contraste en los ritmos; mientras Correria es puro frenesí y agitación, Agwa es mucho más relajada y poética. El efecto que causa la música en el impacto del espectáculo es importante, pues sonidos muy melodiosos y algunas veces sumamente suaves contrastan con ritmos propios de la calle: algo bruscos y muy movidos. Esa es, precisamente, la idea: evitar la obviedad y buscar en la plasticidad de los cuerpos una conexión, al parecer, imposible con ciertos ritmos musicales.
En palabras de Takche de Toledo: “Mourad y los bailarines han logrado alcanzar un nivel de sutileza, en el que el lenguaje y espíritu del hip hop está muy presente y al mismo tiempo hay espacio para otros lenguajes contemporáneos de la danza”.
La obra y los proyectos
Hoy y mañana ‘Agwa Correria’ se presenta en el Teatro Nacional Sucre a las 20:30, en el Teatro Sucre. El costo de las entradas es de: palcos, USD 30; platea, USD 25; y luneta, USD 15.
Ecuador es el primer país latinoamericano en el cual la Compañía Kafig presenta este espectáculo. Hasta fin de año irán a Francia y a Nueva York .
Para el 2012 la Compañía tiene previsto estrenar una nueva obra, que los integrantes mantienen como secreto. Y además está en planes fortalecer a Kafig en Río de Janeiro y ampliar la escuela con más integrantes.
Mourad Merzouki (1973) es francés y reposicionó el hip hop.