Ayer murió, en España, la editora, escritora, filósofa e historiadora Esther Tusquets a causa de una pulmonía. Y la industria de los libros y sus lectores la lloran.
A principios de los años sesenta, y siguiendo los pasos de su padre, se encargó de la dirección de la editorial Lumen, que compró su padre. Cuarenta años después, en ‘Confesiones de una editora poco mentirosa’ (2005), la Tusquets realizó un relato, escueto y sostenido, de los avatares de su aventura al frente de la editorial, que nació de una minúscula empresa familiar y pasaría a convertirse en una de las editoriales más prestigiosas de España.
Sin embargo, su faceta como escritora también ganó un importante espacio dentro de la literatura. Como escritora tardía, la etiquetaron. A sus 39 años, Tusquets escribió su primera novela ‘El mismo mar de todos los veranos’. Y la crítica la ubicó como un referente dentro de la literatura española contemporánea.
La trilogía del mar, que recoge tres de las novelas de la escritora: ‘El mismo mar de todos los veranos’, ‘El amor es un juego solitario’, ganadora del premio Ciudad de Barcelona de Literatura 1979, y ‘Varada tras el último naufragio’, reconstruye el universo femenino desde el amor la sensualidad y la entrega al placer.
Su obra fue clasificada como una propuesta con “conciencia femenina”. En sus novelas el poder de las protagonistas mujeres se revela a través del autodescubrimiento psicológico y sexual. A los temas del amor y el placer se suma el estilo innovador al que los críticos llamaron “barroco, elíptico y arabesco”, debido a los cambios de narradores o la estética literaria que utiliza: párrafos sin puntuación, paréntesis largos o descripciones que divagan. Aunque Tusquets afirmaba que no tenía un estilo definido que la caracterizara sino que éste se simplificaba conforme ella se simplificaba como mujer. Para Tusquets, el hecho de escribir representaba una necesidad, un privilegio y un riesgo. Una necesidad “porque hay autores que no pueden ni dejar de leer ni de escribir”. Un privilegio: “si un escritor puede combinar su profesión con su pasión, es en verdad un privilegiado”. Y un riesgo: “el artista busca en sus trabajos la calidad y el trabajo sirve o no sirve”.
Su último libro publicado es ‘Tiempos que fueron’ (2012), las memorias de infancia que compartió junto a su hermano Oscar Tusquets, reconocido arquitecto, diseñador y pintor catalán. Y con él cerró una vida pródiga para ella, que le hizo bien de la Literatura.