Cuatro nuevos sellos editoriales

El equipo. De pie, Yanko Molina (izq.) y Andrés Cadena. Sentados, Roberto Freire (izq.) y Juan Carlos Arteaga. El sello se enfoca en narrativa.

Las empresas recién creadas hablan de sus identidades, sus estrategias, sus publicaciones y sus planes, mientras se abren camino en el campo editorial del país. Las publicaciones abarcan géneros literarios y arte.
Antropófago
A la caza de nuevos talentos
La experiencia de La Caracola (servicios editoriales) y de Edipcentro (libros de texto para estudiantes) es la base sobre la que se asienta Antropófago. El sello apareció en el 2010 con dos publicaciones: una antología con nuevos narradores ecuatorianos y la novela ‘Olvido’, de Santiago Páez.
Busca no dedicarse a una generación ya consagrada, pues no representa un riesgo editorial, sino a los que vienen detrás con o sin trayectoria, pero siempre con calidad. El ser parte del medio les permite enganchar escritores. Por transparencia intelectual y como política fundamental, el autor no paga por su publicación, sino que recibe por derechos de autor. El sello busca recuperar la figura del editor como el colaborador en el proceso literario y no solo como el impresor.
Antropófago no espera ganar dinero con los primeros títulos, sino salir bien. Las experiencias previas le dan un conocimiento del mercado editorial, además si alguno de los textos calza en el mercado escolar, ese será un soporte.
De sus primeros libros lanzaron1 000 ejemplares. La distribución es directa y ven importante la presencia en librerías: el punto de encuentro de autor, editor y lector. Un libro de cuentos de Adolfo Macías es su próxima publicación.
Gescultura
No solo libros también gestión
El Cancerbero como símbolo muestra la relación horizontal entre las tres cabezas y las tres áreas que hacen Gescultura. El sello editorial -consideran- no existiría sin las otras: la de investigación y la de gestión cultural. A esos proyectos se suma el apoyo de empresas privadas y la comprensión de que en los primeros años, hasta un punto de inflexión, la apuesta es a quiebra, porque “no generas moda, sino lectores”.
Para saber quién será publicado, el año anterior lanzaron una convocatoria y recibieron 74 manuscritos, todos pasaron por consejo editorial. Quieren cambiar los metodología editorial en el país e invertir en un autor, no cobrar de él.
El sello ha presentado libros en ensayo, poesía, entrevista y textos de tradición. En la colección Camisa de fuerza (entrevistas) se prevé la salida de una entrevista a Efraín Jara Idrovo, por Cristóbal Zapata. En la Lira de Orfeo (poesía) se publicará a Édgar Valencia. El tiraje de sus libros va entre los 300 y 1 000 ejemplares, captando la real magnitud editorial del país, “muchas veces hay que crear mercado”.
La innovación es importante en su distribución, además de estar en librerías hacen eventos para llevar el libro a la gente. Tampoco se cierran ante las posibilidades de los nuevos medios.
Old Continent
Más que libros, obras de arte
Art Books, la designación que acompaña a Old Continent habla de su identidad editorial: libros de arte, más bien actual y no desde la típica perspectiva de catálogo, sino que el libro, en sí, sea arte. De ahí el fuerte trabajo en el diseño, la selección del papel y el color.
Muestra de ello es ‘Imperdible’, de Sara Roitman. Este, el primer libro del sello, se presentó en el 2010, con 1 000 ejemplares, y ha obtenido premios como el Elefante de oro, por su impresión digital .
La proyección en el exterior es inherente a la publicación en este sello, actualmente, tras su participación en ferias internacionales, está también en el mercado colombiano. El objetivo es entrar al mercado anglosajón, el mejor para este tipo de empresa. La distribución es directa en librerías y entidades promotoras de cultura. Mas las características del libro permiten que se distribuya como libro regalo en empresas o que se promocione en exposiciones.
Se publicará un libro al año. En sus proyectos están uno de diseño y otro de pintura. Tres partes hacen Old Continent: editor, diseño artístico e inversión (un socio capital privado). Actualmente trabajan sin sueldo, “por amor”, esperando ganar algo en tres años. El punto de partida es la pasión y la amistad.
Doble rostro
Una idea que empieza a caminar
Mostrar el otro rostro de la literatura ecuatoriana; es decir, editar y publicar cosas que otros no quieren hacer. Esa es la línea por la que apuesta Doble Rostro, un sello que aún no cuenta con libros en circulación, pero que anuncia una primera publicación para fines de marzo. ‘Missoginia’, poesía y prosa de Efraín Páez, es -dicen- un riesgo a nivel de contenidos: raya en la pornografía. También esta pautado un libro del poeta Ernesto Carrión.
No se enfocan en tirajes grandes pero sí en presentaciones dignas y ediciones bien cuidadas. Entre los dos textos programados se prevé 1 500 ejemplares. La participación de los autores depende de la negociación con el sello: el escritor puede pagar o no un porcentaje.
Además de la distribución interna, bajo consignación en librerías, Doble rostro plantea la apertura de plazas de circulación fuera del Ecuador, en los países de la región. La estrategia dicta que primero se hace una campaña de difusión mediante los contactos en el extranjero y viajes de sus gestores para cerrar acuerdos.
El principal financiamiento del sello surge de un préstamo bancario; mientras que para su mantenimiento, se avizoran proyectos de coedición y trabajos en publicaciones institucionales.