Se atraviesan patios y salones de piedra y ladrillo hasta llegar a la sala cuatro del Centro de Arte Contemporáneo (CAC). Sobre las duelas se amontonan materiales y algunos de los trabajos de la undécima muestra ‘Descubriendo los colores de la vida’, del programa Arteducarte; los otros trabajos ya adquieren una dimensión especial pues la museografía los ha colocado sobre los muros blancos o colgando de arcos o rompiendo linealidades… siempre jugando con el espacio e invitando a jugar al visitante.
En esta edición (11va.), Arteducarte exhibe, desde mañana hasta el 30 de octubre, una treintena de proyectos conseguida tras un año de trabajo con los niños de las escuelas Delia Ibarra de Velasco y República de Bolivia. Caminar por la sala es convertirse en cómplice de sonrisas y de saberes. Aquí el conocimiento se expresa en los trazos hechos con crayones de colores, en joyas de material reciclado, en harta imaginación.
El programa Arteducarte comprende el trabajo integral entre un grupo de artistas, profesores, voluntarios y estudiantes que busca fomentar la creatividad y el arte como una herramienta de aprendizaje. La mayoría de artistas participantes ya lleva algunos años dentro del proyecto y esa experiencia ha permitido que el trabajo y la integración con los niños sean más eficaces, tanto para reforzar conceptos escolares como para que el niño parta de lo personal para adquirir el conocimiento. En esta edición los artista participantes fueron: Paola Viteri, Dolores Ortiz, Daniel Carvajal, Juan Carlos Palacios, Soledad Gómez, Pablo Gamboa y Fernando Acosta.
Así, artistas visuales y escénicos comparten vivencias, ideas y emociones, y al integrar en el juego a maestros y alumnos consiguen obras como las expuestas en el CAC. En ‘Descubriendo los colores de la vida’ hay relojes con formas varias, hechos de papel recortado y pegado, eso para aprender sobre los husos horarios; hay también catalejos que manejando los conceptos de la divisibilidad dejan ver el deseo de un niño; y hay botellas con agua que producen música para comprender las matemáticas…
Si un mapa nos permite ubicarnos en el mundo, el de Arteducarte da lugar a nuestro sueños; si la reforma curricular nos habla de biomas y no de ecosistemas, Arteducarte consigue que los niños abstraigan el saber y lo conviertan en pequeñas esculturas con material que podría haber terminado en el tacho de basura; si nos dicen que cuidemos el agua, el programa Arteducarte con una instalación nos muestra cómo optimizar los recursos.
Lo que se busca es hacer tangible el conocimiento, que no sea el dato memorizado o la tabla repetida por enésima vez. En el proyecto de los ‘Healthy Twins’ (‘Gemelos saludables’) además de la exhibición del trabajo de las niñas se han colocado fotografías de ellas. Brillo en los ojos, amplias sonrisas y en sus manos el arte que salió de las mismas.
La muestra comprende también la presentación de fotografías y videos, que durante varios meses han ido registrando cómo se dio el proceso en los sitios de trabajo. Asimismo hay un área destinada a la exposición de lo que ocurrió en las Islas Galápagos (Isabela), donde el programa Arteducarte ya lleva dos años trabajando con dos ejes: la autoestima y la problemática ambiental.
En la exposición ‘Descubriendo los colores de la vida’ está el conocimiento y el arte, está el aprendizaje desde el juego, pero, sobre todo, están las ganas de hacer cosas y de hacerlas bien…