El arquitecto estadounidense Frank Gehry se alzó hoy 7 de mayo, como ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes, un galardón que a los 85 años le reconoce la repercusión que sus creaciones han tenido en numerosos países. Uno de ellos es España, donde el jurado reunido en la ciudad de Oviedo, en el norte, decidió esta mañana otorgarle el premio pese a que hace dos años lo ganó otro arquitecto, el español Rafael Moneo.
Los edificios de Gehry, como destacó el jurado, son reconocibles por su juego virtuoso de formas complejas, el uso de materiales poco comunes, como el titanio, y por su innovación tecnológica. Obras “con las que ha definido e impulsado la arquitectura en el último medio siglo”, destacó el jurado del premio, dotado con 50 000 euros (casi USD 70 000) y una escultura de Joan Miró.
“Un ejemplo de esta arquitectura de carácter abierto, lúdico, y orgánico lo constituye el Museo Guggenheim de Bilbao, que, además de su excelencia arquitectónica y estética, ha tenido una inmensa repercusión económica, social y urbanística en todo su entorno”. En España es también muy conocida la bodega-hotel de Marqués de Riscal, en la Rioja alavesa, que inauguró en 2006.
Desde finales de la década de los 80, el nombre de Gehry se asocia al movimiento deconstructivista, en el que la fragmentación y la ruptura de un proceso de diseño lineal cobran todo el protagonismo y dan como resultado edificios impactantes.
Entre sus obras se encuentran también el edificio Nationale-Nederlanden, conocido como Casa Danzante, de Praga (1996), el Museo Aeroespacial de California (1984), el Museo Vitra Design, en Weil am Rhein, Alemania (1989), el Museo de Arte Frederick Weisman en Minneapolis (1993) y la Torre Gehry en la alemana Hannover (2001).
El arquitecto, nacido en la canadiense Toronto pero con nacionalidad estadounidense desde finales de la década de los 40, inauguró hoy 7 de mayo la temporada de los Premios Príncipe de Asturias. Los otros siete galardones se fallarán hasta septiembre.