Un recorrido por el pasado, la historia y las etapas que marcaron al mundo durante el siglo XX, es lo que se exhibe en el Museo de Arte Moderno de Cuenca en honor al artista guayaquileño Juan Villafuerte (Guayaquil, 1945 – Barcelona, 1977).
‘Etapas de Villafuerte’ es el nombre de la exposición que comprende un conjunto de 80 obras entre dibujos, óleos, tintas y collages. Su obra mayor se enmarcó en neoexpresionismo feísta, y el crítico de arte Hernán Rodríguez Castelo dice de su trabajo pictórico: “(…) fue uno de los más certeros, de los más lúcidos y de los más vigorosos neoexpresionistas latinoamericanos del feísmo”.
Esta exposición es posible gracias a la colaboración de un coleccionista quien prestó los cuadros, y que pidió la reserva de su nombre, según confirmó la directora del Museo de Arte Moderno, Clara Jaramillo.
A lo largo de las seis salas del Museo de Arte Moderno se muestra el trabajo de Villafuerte, quien inició con el arte a sus 15 años. Rostros femeninos y masculinos, todos pintados al óleo, forman la primera etapa de la exposición.
Villafuerte, a través de los retratos buscaba a la persona, exploraba la parte humana de cada individuo. Según la artista quiteña Pilar Bustos, el trabajo de Juan Villafuerte representa su compromiso como creador auténtico, dejando una obra que emociona por su expresión directa y personal. “Es el mayor dibujante que el país ha tenido”, asegura.
Con este criterio coincide Jaramillo al señalar que el trabajo de Villafuerte fue excepcional porque se interesó por indagar lo ocurrido en varios períodos de la historia mundial; sucesos tales como la guerra de Vietnam, la revolución de mayo, entre otros. Además, Jaramillo destaca que el estilo del artista guayaquileño se construyó a través del humor y la crítica, hasta plasmar en sus obras la opresión de los pueblos que sufren bajo los gobiernos y las crisis económicas.
El recorrido de la muestra continúa por la serie de Vietnam. Los dibujos realizados en cartulina con tinta muestran el dolor. La exposición también pone en escena su trabajo de los años 70, mediante una serie de dibujos de transmutaciones: cabezas que explotan, criaturas monstruosas, una suerte de esperpento sobre el sufrimiento, múltiples bocas y venas pueblan sus cuadros.
El español Joseph Hernández, quien aprovechó su visita a Cuenca para recorrer el Museo de Arte Moderno, se sintió atraído por la exposición por el trabajo minucioso que muestra cada obra y por transmitir aquellas emociones y tristezas que ha vivido la humanidad.
La carrera de Villafuerte se destacó en España, a donde viajó en 1968, para estudiar grabado, dibujo y pintura en la Escuela de Bellas Artes, en Barcelona. El artista guayaquileño falleció en esa ciudad en agosto de 1977, por un cáncer. La muestra permanecerá abierta hasta el 28 de mayo.