Un Domingo de Gloria de 2007, en Saraguro, se inicia nuestra historia ‘Entre dos tierras’.
Fue ese domingo cuando me di cuenta que la tierra castellana de Olga y mi querida Pachamama andina se fundían en una simbiosis de rituales, de tradiciones, cultura y resistencia contra los poderes que tratan de esconder o eliminar las tradiciones ancestrales de los pueblos.
Ese Domingo de Resurrección, en Saraguro, cuna de la sabiduría indígena representada en sus taitas, fui sorprendido por el sincretismo entre la tradición judeocristiana occidental de las tierras castizas de Aranda de Duero, Peñafiel y Tudela de Navarra y los rituales de los runas kichwas Saraguros.
A partir de ahí empezó la construcción de la ‘Bajada del ángel: Un ritual en dos mundos’, que terminó hace cuatro años, justo antes de la pandemia en Tudela, a más de 9 000 km de Saraguro y con un océano de por medio.
A esta historia se suman otras muchas, como los Diablos de Luzón, que han resistido a la dictadura española y a los curas que querían desaparecer las tradiciones de los pueblos españoles en la era franquista.
Los Diablos de Luzón siempre me trasladan a las diabladas andinas, a Píllaro, a Saraguro y, en especial, a la parroquia Ilumán, ese pueblo que es parte de mi historia social y de la naturaleza. También a las fiestas de las máscaras y aves de Tigua.
Las diabladas son fiestas paganas que se mezclan con la mitología de los dioses y diosas en sus luchas eternas. En Luzón, Guadalajara, o en las diabladas andinas, los humanos danzamos con los acordes de la música, con un sentido rítmico básico, con predominio de tres escalas.
En la filosofía de los pueblos andinos, las diabladas son la representación de tres mundos, el de arriba o Alajpacha, el de abajo Ukupacha y sobre todo el terrenal o Kaypacha, en una de las lenguas de nuestros ancestros andinos.
Y podemos seguir este recorrido con las Botargas y Mascaritas de Almiruete, en Guadalajara, que rescatan la tradición ancestral en homenaje a la fertilidad de las personas y del campo, cuyos orígenes datan del siglo XI.
Aquí vemos nuevamente referencias a la fertilidad de las aldeas, a la Pachamama en el mundo andino. Y también nos encontramos con máscaras características del mundo andino, formadas por ramas, troncos, restos de animales, con un rosa en la cabecera de la máscara.
Por eso surge Chakana News y Photo Chakana, como un puente entre dos tierras, como un lugar de encuentro digital para esas diversas identidades culturales, sociales y de resistencia contra el poder que quiere privatizar todo en el mundo.
Buscando conectar a las personas con las historias en Europa y América del Sur, en Ecuador y España, desde su mismo origen. Y lo llamamos así, porque con esta propuesta hemos querido rescatar el significado de las cuatro puntas de la Chakana, que de acuerdo con la filosofía andina son el Yachay o saber colectivo comunitario, a través de la generación de relatos e investigaciones locales; el Ruray o la experimentación e innovación; el Ushay o la organización participativa, mediante el protagonismo de los actores locales, autores de sus propios relatos; y el Munay o compromiso de la comunidad.
En este caminar, la Pachamama, la naturaleza y la Madre Tierra están siempre como conector universal, que nos hace vibrar a todos los seres humanos en una misma sintonía.
Y como representación de esta naturaleza que florece, en España están Las Mayas, tradición que tiene su origen en un culto pagano a la naturaleza, en el que cinco ‘mayas’ dan la bienvenida al resurgir de la naturaleza en primavera, tras el letargo invernal, utilizando para ello unos altares con delicados ornamentos florales.
En nuestro mundo andino, para mí son las orquídeas las mejores representantes de esa efervescencia mágica de formas y colores, que son las que sobreviven a la explotación minera, petrolera, maderera, a los cultivos invasivos, que destruyen la naturaleza, privatizan el agua y desalojan a los pueblos, sea en América o en Europa.
Y es a través de estas historias, de estas tradiciones, llenas de identidad, que pude descubrir con emoción que estos dos mundos, estas dos tierras, la de Ecuador y España, que a primera vista nos parecieran lejanas, se hermanan a través de un ángel, de la Pachamama, de la Madre Tierra, o a través de fiestas y personajes que viven aquí, que se quedaron allá, y que no son ni de aquí ni de allá, como dicen mis buenos amigos Jorge Vinueza, Dolores Ochoa y Juan Pablo Verdesoto, con quienes pondremos en formato de exposición fotográfica este trabajo.
Biofotógrafo
Patricio Realpe
Soy fotoperiodista de investigación ‘freelance’ y trabajo como fotógrafo ‘freelance’ desde el año 1999, para las agencias de noticias Associated Press, Getty Images, AFP y EFE. Agradezco a Dolores Ochoa Rodríguez, quien me enseñó a mejorar la calidad de la fotografía de prensa. Trabajé como asistente editorial de la agencia de noticias UPI en Ecuador, donde aprendí la forma que tengo de escribir gracias a Hernando Rocha. También trabajé en el área de diseño de Diario EL COMERCIO, revista Vanguardia y he sido editor gráfico del portal Semana 56, que en el año 2017 cambió de nombre a Chakana Noticias. He sido también asesor de comunicación política del movimiento indígena.