Los colibríes del Ecuador luchan por sobrevivir en los páramos

Estas aves han modificado sus características para adaptarse a las zonas altas, pero los humanos todavía son una amenaza. Fotos: Michael Moens Y Roger Ahlman.

Estas aves han modificado sus características para adaptarse a las zonas altas, pero los humanos todavía son una amenaza. Fotos: Michael Moens Y Roger Ahlman.

Estas aves han modificado sus características para adaptarse a las zonas altas, pero los humanos todavía son una amenaza. Fotos: Michael Moens Y Roger Ahlman.

La expansión de la agricultura y la destrucción de los páramos asociada a la quema están llevando al colibrí estrella de garganta azul a su extinción. Esta especie, que solo se encuentra en Ecuador, fue descubierta en el 2017 y ahora ya está catalogada “En Peligro Crítico”.

Esta es una de las tres especies del género de colibríes estrella que habitan en los páramos ecuatorianos. Estos animales han podido adaptar sus características para sobrevivir al cambio climático y a condiciones extremas, pero no escapan de las amenazas causadas directamente por las acciones humanas.

Michael Moens, director de Conservación de la Fundación Jocotoco, explica que estas aves son especiales, ya que pueden vivir en zonas que están a 5 000 m de altitud. Esto es algo que otros colibríes no pueden hacer. Además, estas pequeñas aves tienen hasta 1 200 latidos de corazón por minuto, por lo que sorprende que hayan podido adaptarse a este ecosistema.

Otra particularidad, dice Moens, es que realizan pequeños saltos de flor en flor para evitar volar. Esto permite que no se queden sin oxígeno y que no gasten demasiada energía. Cuando alcanzan los 5 000 metros, estos optan por saltar o caminar. Sus patas, que son más grandes que las de otras aves, les permiten agarrarse más fácilmente de las flores.

La estrella ecuatoriana es la especie más conocida y la más fácil de encontrar. Esta ave puede ser observada en montañas como Cotopaxi, Antisana o Chimborazo. En este género también se encuentra el colibrí de stolzmanni que habita en la parte sur del país, como el Parque Nacional Yacurí. Por último, está la estrella de garganta azul, que fue descrita en el 2018 y solo se la puede encontrar en los límites entre El Oro y Loja.

Aunque las tres especies han logrado adaptar su cuerpo para sobrevivir en las zonas altas, la deforestación y la pérdida de hábitat continúan amenazando su existencia. Moens explica que estos animales dependen de la chuquiragua y esta también depende de las aves. Estas flores, que solo se encuentran en los páramos de los Andes, están desapareciendo por la expansión de las zonas ganaderas y la destrucción de estos ecosistemas.

Para evitar que las flores y las aves desaparezcan, la Fundación Jocotoco busca crear una reserva en el Cerro de Arcos, que es donde habitan los últimos 400 ejemplares de la estrella de garganta azul del mundo.

Para esto se lanzó una campaña con la meta de recaudar USD 500 000. Estos fondos van a ser utilizados para comprar tierra, plantar chuquiraguas, hacer programas con la comunidad y construir nidos artificiales. Para contribuir puede ingresar a la página web de la fundación.

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