Los celulares que fueron utilizados por Patrocinio Cortez Preciado, alias ‘Cuco’, Diego Fernando Tobón, alias ‘Diego’ y James Cuajiboy, alias ‘James’ dentro del Centro de Privación de Libertad de Cotopaxi, durante marzo y abril del 2018, son claves en la investigación sobre el secuestro y asesinato de Efraín Segarra, Paúl Rivas y Javier Ortega.
Sobre el trato que la justicia ecuatoriana ha dado a estas pruebas, dentro de la investigación del equipo periodístico de EL COMERCIO gira ‘Los celulares de los intercambiables de Guacho’, uno de los cinco textos que forma parte de ‘Periferias. Crónicas del Ecuador Invisible’, de la Fundación Periodistas Sin Cadenas.
La información que está dentro de estos teléfonos celulares es importante porque ‘Cuco’, ‘Diego’ y ‘James’ son los tres hombres que alias ‘Guacho’ pidió a cambio del equipo periodístico de EL COMERCIO. En los dispositivos que se les atribuyó se halló el registro de casi mil llamadas -durante los días más críticos del secuestro-, mientras eran los hombres más vigilados país.
El autor de la crónica muestra en su investigación que las pericias realizadas a estos celulares solo evidencian la impunidad, que lleva más de tres años, en el caso Nos faltan 3; esa misma falta de justicia también aparece en las demás crónicas del libro.
En ‘Oro de sangre’, por ejemplo, la impunidad gira alrededor de las personas que mueren cada año sepultadas por la minería ilegal, en los cantones de San Lorenzo y Eloy Alfaro, en la provincia de Esmeraldas. Y de la falta de protección en la que viven sobrevivientes como María Izquierdo Angulo, quien vio como su hermana, dos primas y una amiga murieron sepultadas por un talud.
La crónica muestra cómo la minería artesanal y de pequeña escala en Ecuador opera mediante amenazas de muerte, extorsiones, trabajo infantil, violencia sexual y destrucción de los ecosistemas; el texto también incluye denuncias de los habitantes de la zona, sobre la complicidad de la fuerza pública y la ausencia de autoridades estatales.
Asimismo, se incluyó la crónica ‘Los primeros pasos de una banda transnacional en Ecuador’, que cuenta la historia de cómo miembros de El Tren de Aragua comenzaron a operar en la terminal de buses de Tulcán, en la provincia del Carchi.
Esta historia permite conocer al lector cómo funciona y cuáles son los alcances de El Tren de Aragua, una banda delincuencial transnacional controlada desde una cárcel venezolana, cuyos integrantes han seguido la ruta del éxodo venezolano para extorsionar a sus compatriotas.
Según esta investigación, la presencia de esta banda delincuencial se extiende por casi todos los países de la región incluido Ecuador, donde la Policía, el año pasado, asestó un golpe en Carchi, para desarticular a un grupo ligado a la banda.
En el libro también se incluyen las crónicas ‘Manta, la ciudad de las obras inconclusas’ y ‘Nadie se hace cargo del agua contaminada que apaga la vida de los tsáchilas’.
Con este libro, la Fundación Periodistas Sin Cadenas apuesta por contar historias que están más allá de las centralidades. Entre los periodistas que participaron en estas crónicas están Carmen Méndez, Luis Freire y Karol Noroña, profesionales que concentraron su mirada e investigaciones en las periferias, para colocar en el radar del debate público varias problemáticas sociales que han sido ocultadas durante décadas.