La conservación de las quebradas y ecosistemas nativos de Quito enfrenta un gran reto. Tanto las instituciones gubernamentales como la ciudadanía creen erróneamente que ya no hay nada que conservar. Al tratarse de una ciudad grande, con un crecimiento desorganizado y sin considerar los ecosistemas nativos, se ha llegado a la conclusión de que las quebradas no tienen valor. Sin embargo, esto no es así y tenemos para hablar de ello la opinión de un especialista.
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Según el biólogo e investigador Martín Carrera, especialista en gobernanza y conservación comunitaria en WCS, y Luis Baquero, investigador asociado a UDLA las quebradas no solo son fuentes de agua, sino que también juegan un papel clave en la prevención de aluviones y desastres naturales. Además, albergan una biodiversidad valiosa que sigue siendo ignorada por muchos.
La revelación de una nueva especie de orquídea
En 2018, Carrera hizo un descubrimiento sorprendente en el valle de los Chillos: una nueva especie de orquídea, Pleurothallis quitu-cara, que no se había reportado previamente para la ciencia. El paper fue preparado por Martín Carrera, Luis Baquero y Vlastimil Zak.
Este hallazgo demuestra que, incluso en una ciudad tan urbanizada como Quito, aún existen especies desconocidas que pueden desaparecer si no se toman medidas para conservar sus hábitats. “La conservación no se realiza a nivel de especies, sino a nivel de poblaciones”, explica el biólogo. A pesar de la idea errónea de que Quito ya no tiene nada que conservar, en las quebradas sobreviven pequeñas poblaciones de muchas especies, que deben ser protegidas.
Orquídeas como herramienta de concientización
Carrera decidió utilizar las orquídeas, plantas que gozan de gran popularidad por su belleza, como una herramienta para sensibilizar a la población y a las autoridades sobre la necesidad de preservar las quebradas. Martín Carrera y Luis Baquero han realizado un inventario histórico de orquídeas en Quito desde 1790 hasta 2018, basándose en herbarios y literatura científica. En su investigación entre 2018 y 2021, encontraron 29 de las 52 especies reportadas previamente en la ciudad. Sin embargo, 23 especies no fueron localizadas, lo que podría indicar la desaparición de estas debido a la destrucción de los ecosistemas urbanos. Sin embargo, muchas de estas especies podrían encontrarse escondidas en quebradas no estudiadas y que aún sobreviven en las áreas periféricas de Quito, como en Calacalí, Pacto, las laderas del Pichincha u otras áreas conservadas cerca de la ciudad de Quito.
Nuevas especies de orquídeas en Quito
Un hallazgo sorprendente fue la aparición de 11 especies de orquídeas que no habían sido reportadas previamente. Estas especies no son nuevas para la ciencia, pero sí lo son para Quito. La dificultad para identificarlas en el pasado podría deberse a la deforestación menos severa de antaño, lo que dificultaba el acceso a las quebradas. Hoy en día, el acceso a estas áreas ha mejorado, lo que facilita su descubrimiento. En quebradas no estudiadas, todavía se podrían encontrar nuevos registros para Quito e incluso nuevas especies para la ciencia.
El futuro de las orquídeas en Quito: desafíos y oportunidades
En total, Carrera y Baquero documentaron 63 especies de orquídeas en Quito, que se suman las reportadas históricamente y las recientemente descubiertas. De estas, 58 especies están catalogadas en el CITES II, lo que indica un alto nivel de tráfico y extracción ilegal. Además, una especie está amenazada, una es vulnerable y dos están casi amenazadas según la UICN.
La urgencia de conservar las quebradas
El crecimiento desorganizado de Quito amenaza la supervivencia de estos ecosistemas. En menos de 30 años, lo que hoy son bosques o zonas rurales, podrían ser parte de la expansión urbana, explica Carrera. La preservación de las quebradas es vital para garantizar recursos como agua, conservar especies y prevenir desastres naturales. La información sobre las orquídeas de Quito debe servir para concientizar a la ciudadanía y a las autoridades sobre la urgencia de proteger estos valiosos ecosistemas antes de que sea demasiado tarde.
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