El equinoccio de septiembre marca un momento clave en el año, cuando el día y la noche tienen la misma duración en todo el planeta. Este fenómeno ocurre debido a la inclinación de la Tierra, que está alineada con la órbita solar. En el hemisferio norte, señala el inicio del otoño, mientras que, en el sur, representa la llegada de la primavera.
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Equinoccio de septiembre: ¿Por qué el día y la noche son iguales?
El equinoccio marca el momento en que el día y la noche tienen casi la misma duración en todo el planeta. Foto: Observatorio Astronómico de Quito.
El equinoccio tiene una particularidad: durante este evento, el día y la noche tienen casi la misma duración en todo el planeta. Según el Observatorio Astronómico de Quito, el término “equinoccio” proviene del latín aequinoctium, que significa “noche igual”.
Este equilibrio de luz se debe a la inclinación del eje de la Tierra, que está inclinada 23,5 grados en relación con su órbita alrededor del Sol. Durante los equinoccios, tanto en marzo como en septiembre, el ecuador terrestre se alinea con la trayectoria solar, conocida como eclíptica. Esto provoca que la luz solar se distribuya de manera uniforme, haciendo que el día y la noche duren aproximadamente 12 horas.
La inclinación axial de la Tierra es la responsable de que las estaciones varíen durante el año, pero durante el equinoccio, ese efecto desaparece temporalmente. Este fenómeno ocurre solo dos veces al año y es clave para comprender el movimiento de la Tierra alrededor del Sol.
El inicio del cambio estacional en ambos hemisferios
El equinoccio de septiembre es un momento clave en el calendario, ya que marca la transición entre estaciones en todo el mundo. Siguiendo con el Observatorio Astronómico de Quito, en el hemisferio norte este fenómeno indica el final del verano y el inicio del otoño. Durante este periodo, las temperaturas empiezan a descender y las hojas cambian de color.
En el hemisferio sur, el equinoccio de septiembre representa el final del invierno y la llegada de la primavera. Es una época de renacimiento, donde la naturaleza comienza a florecer y el clima se vuelve más cálido.
Los polos experimentan cambios más extremos. En el Polo Norte, el equinoccio marca el fin de seis meses de luz continua y el inicio de seis meses de oscuridad. Mientras que, en el Polo Sur, ocurre lo contrario: comienza una etapa de seis meses de luz polar, tras un largo periodo de noche. Estos cambios drásticos afectan no solo al clima, sino también a la vida silvestre en estas regiones extremas.
¿Cuándo ocurrirá y cuánto durará la estación?
De acuerdo con Infobae, el equinoccio de primavera en el hemisferio sur en 2024 ocurrirá el domingo 22 de septiembre. Según el Servicio de Hidrografía Naval, este fenómeno tendrá lugar a las 09:44 horas (hora de Argentina). A partir de ese momento, las horas de luz solar comenzarán a aumentar, las temperaturas serán más cálidas y los días se alargarán progresivamente hasta el solsticio de verano.
La primavera durará aproximadamente tres meses, extendiéndose hasta el 21 de diciembre, cuando comenzará el verano con el solsticio.
En Ecuador, el equinoccio de septiembre también se producirá el domingo 22 de septiembre, pero a las 07:43 horas (hora de Ecuador continental). Este evento marcará el inicio del otoño en el hemisferio norte y el comienzo de la primavera en el hemisferio sur.
Equinoccio y solsticio: ¿Cuál es la diferencia y qué los distingue?
Los equinoccios y solsticios son fenómenos astronómicos clave que marcan el cambio de estaciones. A decir de Infobae, la principal diferencia entre ambos radica en la distribución de la luz solar. Durante los equinoccios, que ocurren en marzo y septiembre, el Sol se encuentra directamente sobre el ecuador. Esto provoca que el día y la noche tengan casi la misma duración en todo el planeta.
Por otro lado, los solsticios se producen en junio y diciembre. En este caso, la inclinación de la Tierra genera que uno de los hemisferios reciba la mayor cantidad de luz solar del año, lo que da lugar al solsticio de verano. Mientras tanto, en el otro hemisferio se experimenta el día más corto del año, conocido como solsticio de invierno.
La diferencia entre estos eventos se debe a la inclinación axial de la Tierra, que es de 23,5 grados. Esta inclinación es la responsable de las variaciones en la cantidad de luz solar que recibe cada hemisferio, lo que define el inicio de las estaciones.